Los funcionarios actuaron a raíz de detectarse las obras en el edificio, donde se encontraron también algunos almacenes, habitáculos y una furgoneta donde, según informaron desde el Ayuntamiento del municipio, se detectaron indicios de que vivían algunas personas. La presencia policial en la zona provocó que los trabajadores que permanecían en la obra se fueran cuando llegaron los agentes.
Según señalaron fuentes municipales en un comunicado, el propietario del restaurante, de origen francés, explicó que estaba construyendo una escalera, pero los policías pudieron comprobar que los trabajos eran de mayor magnitud.
Asimismo, según indicaron, durante la inspección el dueño admitió a los agentes que no disponía de licencia de obra y aseguró entonces que solo estaba construyendo un depósito de agua.
En el recinto, un restaurante de Sant Josep, se había tendido una carpa para ocultar a los vecinos la ejecución de las obras. Además, los agentes encontraron una pequeña cantidad de marihuana a dos personas que residían en el lugar.
Con los indicios, los agentes ordenaron el cese inmediato de las obras e informaron a los servicios municipales para instruir las posibles infracciones detectadas.
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