El día no acompañaba. Las nubes cubrían el sol y la brisa marina refrescaba el ambiente caldeado de los días anteriores. Pero el tiempo no fue excusa para que todos los amantes de la bici y de los carnavales, empezaran a ensayar sobre dos ruedas los atuendos para las fechas venideras.
Los había para todos los gustos: superheroes, dibujos animados, personajes de fantasía, recatados, provocativos, reivindicativos, elaborados, improvisados, complejos, minimalistas? pero también los hubo más vergonzosos o serios, que prefirieron ceñirse a la temática de la ruta, el ciclismo.
Todo estaba permitido para que cualquiera que quisiera pasárselo en grande y disfrutar de un día en familia, lo pudiera hacer. La prueba se dividió en tres categorías, la baby cursa en la que pueden participar los niños de hasta cinco años, la minicursa hasta 12 años y después salió la los más mayores.
La organización del evento corrió a cargo del Club Ciclista de Sant Antoni y del Ayuntamiento. «La Marcha Cicloturista des Porquet se lleva celebrando desde hace 19 años y es una jornada muy especial en la que pueden participar todos los niños y adultos y siempre está muy animada», explicó María Prats, una de las organizadoras.
En esta ocasión, el ganador no es el más rápido, sino que se premia el mejor disfraz infantil y adulto. Los vencedores de 2020 fueron Pollito Blanco, en el grupo de los más pequeños, y el grupo de los Harry Potters, en el de los más grandes. Además, tras la carrera, se realizó el sorteo de cerca de 200 regalos entre los inscritos, aunque el premio gordo de lo llevó Noah Colomar, que tendrá que hacer sitio para colocar la percha de sobrasadas.
Una de las integrantes del grupo de los personajes de las obras de J.K. Rowling era Uma, que iba caracterizada de Voldemort. «Nos decantamos por este disfraz porque nos pareció muy original y fantástico. Las bicis las hemos decorado con motivos de las diferentes Casas de Hogwarts o característicos de cada personaje», comentó.
«Fer poble»
Otro de los grupos que también merecían una mención fue el de los enclaustrados en el Convento de los Clitorianos del Porquet, que a través de la sátira, mezclaban temática religiosa y cinematográfica, de la película El exorcista.
Sobre el cuello de las religiosas de esta particular abadía, no colgaban crucifijos sino ?satisfayers? y la niña del exorcista, en este caso, estaba poseída por uno de estos aparatos del demonio, como dirían algunos. «A ella le ha poseído un succionador y por eso llevo el agua bendita, para liberarla y que lo deje ya, porque es un vicio muy malo», comentó, Andrés, uno de los padres debían exorcizarla.
El grupo improvisó el disfraz en la tarde de ayer en «un pim, pam, pum» pero lo que «no hubo que ir a comprar fue el satisfayer», puesto que «ya lo tenían». Hace dos años ganaron el premio al mejor disfraz cuando iban vestidos de granjeros, pero sobre todo vienen para «fer poble», porque «el premio da igual, la cosa es participar, pasarlo bien y echar unas risas en familia».
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