Dicho movimiento supone un hito histórico en una empresa que en pocos años ha pasado de ser eminentemente patrimonialista y que se había dedicado a gestionar exclusivamente hoteles de su propiedad a otra que hace todo lo contrario, gestionar activos de terceros, incluidos los suyos. El paso intermedio fue la gestión de algunos hoteles de terceros, como el hotel Bless de Madrid y el Palladium Costa del Sol de Benalmádena, y otros que eran de su propiedad pero que fueron vendidos total o parcialmente a fondos de inversión quienes a su vez entregaron la gestión a Palladium.
Este movimiento es lo que se ha hecho antes de principios de año con todos los hoteles propiedad de Palladium que pasan a ser gestionados por la compañía hotelera que se llama Palladium Gestión, SL. y que arranca con un portafolio de 48 establecimientos.
Este cambio ha llegado de forma simultánea al primer paso atrás de Abel Matutes Juan quien, a sus 78 años recién cumplidos, abandona la primera línea de la industria hotelera y no ostentará cargo ejecutivo alguno en la empresa hotelera. El presidente ejecutivo será su hijo Abel Matutes Prats y el consejero delegado y CEO, Jesús Sobrino, persona que no es de la familia, y que fue definido por Matutes Juan como «un joven viejo de la casa», por los años que lleva ocupando cargos directivos en la compañía.
Matutes Prats desveló que «llevábamos años preparando esta operación», algo que se venía intuyendo después de la apuesta por los patrocinios deportivos de la sección de baloncesto del Real Madrid y otros en Estados Unidos. Y es que ahora Palladium tiene dos tipos de clientes muy diferenciados: el minorista, el cliente que se hospedará en sus hoteles, y el mayorista, los fondos de inversiones y propietarios de activos hoteleros que confíen en la empresa para que sean gestionados.
Según su relato, el anunciado ayer supone el cuarto hito en los 50 años de historia de la compañía, consecuencia del tercero, la apertura del Ushuaïa en Playa den Bossa, curiosamente consecuencia del primero en tanto que fue el hotel que abrió la compañía con la marca Fiesta, enseña que está en fase de desaparecer. El segundo hito fue la expansión al Caribe en los 90 y «nuestra salida de la zona de confort».
«Después de abrir Ushuaïa empezamos a generar interés en las empresas propietarias de activos hoteleros porque nos veían capaces de generar más valor que otros operadores», explicó el nuevo presidente ejecutivo.
A corto plazo no se prevén grandes cambios. Ayer se anunciaron las aperturas del Gran Palladium en Sicilia y del Palladium de Menorca y quizá para finales de año del Only You Valencia donde antes había un Ayre. Para 2021, también habrá otro Only You en Málaga en un emblemático edificio de la capital de la Costa del Sol conocido como La Equitativa, propiedad de Key International. Todos estos movimientos se fraguaron antes de la escisión de los activos de la empresa. Jesús Sobrino señaló que «mantendremos la filosofía de un crecimiento sostenible, sin prisa pero sin pausa, escogiendo bien los hoteles y los mercados para garantizarnos un crecimiento de éxito».
El CEO de la gestora descartó «ansiedad de crecimiento», sin perder de vista, no obstante, la posibilidad de «abrir nuevos mercados», como «Asia». Citó concretamente «Corea, India y China», un objetivo que se sitúa después de «crecer en mercados consolidados», concluyó.
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