La Guardia Civil sostiene que las bajas «son puntuales y no afectan al servicio»

Tal y como informó Periódico de Ibiza y Formentera en su edición del sábado, a partir de hoy se hace efectivo un proceso de cambio de destino que fue abierto en septiembre y al que se acogieron en torno a medio centenar de agentes de las Pitiusas –48 de Ibiza y tres de Formentera–.

No obstante, según matizaron desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, algunos agentes ya hace tiempo que no estaban prestando servicio en las Pitiusas y la cifra de traslados no es más significativa que en otros procesos.

Además, hicieron hincapié en que las bajas «siempre se han compensado con refuerzos puntuales o nuevos agentes», que se sumarán a los quince efectivos que llegarán en el marco de este proceso de traslados.

Por su parte, desde la Dirección Insular recordaron que estos episodios de traslados vienen produciéndose año tras año y afecta a todos el cuerpo de funcionarios.

Fuga de agentes
Desde las asociaciones Jucil y AUGC insistieron en que con las actuales condiciones laborales la ‘fuga' de efectivos continuará e insisten en que es prioritario y urgente conseguir una indemnización de insularidad actualizada y acorde con la carestía de vida en Ibiza y Formentera.

Un guardia de Ibiza cobra un plus de 82 euros, un complemento que se dispara a los 400 euros en Ceuta y Melilla y hasta los 500 euros en una isla menor de las Canarias.

EL APUNTE

Un destino nada atractivo por los altos alquileres y la carestía de vida

«Es imposible buscar un futuro en la isla. Los alquileres son inasumibles con nuestros salarios y la carga de trabajo es brutal. Duele porque muchos hemos creado una familia aquí, pero las condiciones te expulsan de Ibiza», advirtió uno de los agentes que abandonará la isla en breve.