Imagen de archivo de la escalera de largas dimensiones que atraviesa la montaña en el barrio de Cas Mut.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ibiza planteará hoy, en sesión plenaria extraordinaria, la aprobación de una propuesta de paralización de licencias, de manera cautelar y durante máximo un año, en el Polígono 32, que corresponde a la zona de Cas Mut y Eivissa Nova.

El objetivo de esta medida es, según explicó el Consistorio en un comunicado, poder analizar y revisar los parámetros y el impacto medioambiental de las construcciones que el planeamiento urbanístico en vigor prevé en la zona, fundamentalmente al tratarse de un entorno rural.

Con el actual planeamiento urbanístico, al no haberse aprobado el Plan General de Ordenación Urbana de 2016, se pueden construir edificios de gran volumen en las diferentes parcelas. De hecho, en este espacio ya se han iniciado las obras de algunas viviendas unifamiliares y se han informado varias licencias de nueva planta.

En concreto, los servicios técnicos del Ayuntamiento han recibido un total de 23 solicitudes de licencia, de las cuales siete han sido autorizadas y están en un estado de ejecución más o menos avanzado; una licencia ha sido denegada y cinco licencias no han iniciado obras. El resto de solicitudes están pendientes de resolverse por falta de informes o documentación.

Ante esta situación, la teniente de alcalde y concejala de Urbanismo del Ayuntamiento, Elena López, explicó ayer que «la paralización cautelar que se propone obedece a una necesidad de estudiar la nueva situación urbanística de manera pausada para poder proteger, en la medida de lo posible, este espacio».

Cabe destacar que las licencias otorgadas y en construcción cumplen los parámetros del PGOU de 1987 y de 2016 y, en este sentido, no llegan en ningún caso al máximo de edificación que marca el Plan Territorial Insular para suelos rústicos.

La documentación urbanística y tramitación de la edificabilidad de este polígono se realizó a finales de los 90, bajo los criterios urbanísticos del PGOU del año 70, y terminó aprobándose su tramitación durante la legislatura de 2011-2015.

El hecho de que en las últimas semanas los servicios técnicos hayan podido constatar el impacto ambiental de la construcción de las viviendas con el planeamiento urbanístico actualmente en vigor ha motivado la propuesta de medida cautelar planteada por el equipo de gobierno, con el objetivo de poder estudiar correctamente este impacto y permitir que pueda prevalecer el interés general paisajístico de la zona.

EL APUNTE

Una «herida en la montaña» criticada por los vecinos del barrio

A principios del año pasado, varios vecinos del barrio de Cas Mut criticaron la construcción de una escalera que conecta los miradores con vistas a Vila y no dudaron en calificarla de «herida en la montaña».

Por su parte, criticaron que no se frenara su construcción y, sin embargo, no se dieran licencias para construir casas payesas.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Vila informó que «se ha pedido a los propietarios que minimicen el impacto de la escalera». Y es que se trata de una obra que forma parte de la urbanización del Polígono 32; por lo tanto, es una obra de carácter privado.

Según explicaron por aquel entonces, «es un desarrollo urbanístico privado. Esta urbanización se lleva desarrollando desde hace más de un año y tiene todos los permisos necesarios».

Asimismo, quisieron recordar que esta urbanización «llevaba más de 20 años de trámites para ejecutarse y este equipo de gobierno se encontró que tenía todos los permisos urbanísticos necesarios».