Las obras de las nuevas instalaciones de la planta de triaje y tratamiento de materia orgánica de Ca na Putxa cumplen con la previsión inicial de finalizar en septiembre de 2020. Así lo confirmó ayer Vicent Roig, conseller de Medi Ambient del Consell d'Eivissa, quien recordó que su construcción ronda los 40 millones de euros.
En este sentido, subrayó que la institución ha pedido al Govern balear que haga frente al 30 % del total que se había acordado. Y es que el Govern firmó un protocolo de intenciones en 2007, con Pere Palau como presidente del Consell, por lo que «seremos insistentes en este asunto porque en Mallorca han colaborado en obras similares y es un dinero que consta en el Plan Director Sectorial para la Gestión de Residuos Urbanos en Ibiza y Formentera de 2001», recalcó.
Foto: Daniel Espinosa.
De momento, «el Govern se resiste a reconocer esta deuda», pero el objetivo es que, de los 40 millones que tienen que desembolsar los ibicencos, se quede en «26 o 30 millones».
Asimismo, Roig indicó que el Consell está trabajando para adherirse a alguna línea de fondos europeos, aunque «llegamos un poco tarde». El problema es que «muchas veces piden poder ver el proyecto inicial y aquí no hay proyecto porque es una realidad», destacó.
A estos dos supuestos se suma el rédito que generen las nuevas instalaciones ya que, «cuanta más materia tengamos para reciclar, más podremos sacar de las empresas que dan una segunda vida útil a los materiales», especificó el conseller.
Foto: Daniel Espinosa.
Los datos de reciclaje reflejan que, a día de hoy, se están tratando alrededor del 18 % de los residuos que se producen en la isla en un vertedero que supera ya el 70 % de su capacidad total. De hecho, de un total de siete unidades de almacenaje, se está trabajando ya en la sexta.
De este modo, y según los cálculos de los técnicos de Medi Ambient, la vida útil de las instalaciones actuales es de ocho años desde la puesta en marcha de la nueva planta (es decir, desde septiembre del año que viene). «Hay que tener en cuenta que, a medida que vayamos aumentando el porcentaje de reciclaje de residuos que separamos en casa, más aumentaremos la vida útil de estas instalaciones», matizó Roig.
Esto significa que si actualmente Ca na Putxa está recogiendo casi el 20 % de reciclaje a vista ocho años, «si llegamos al 50 % estaríamos hablando de entre 11 y 12 años que podría seguir funcionando el vertedero».
Foto: Daniel Espinosa.
Sin embargo, para que esto ocurra, se necesita una mayor concienciación por parte de los ciudadanos de la isla ya que una mayor cantidad de material reciclado redundará, directamente, en una rebaja en el precio de basuras que pagan.
En este sentido, el Consell informó que, también a partir de septiembre, va a haber un nuevo contenedor en las calles de la isla. Al amarillo, verde, azul y gris se sumará un quinto contenedor marrón que será el de materia orgánica.
Tres procesos de la planta
La nueva planta de triaje, de 50.000 metros cuadrados, está diseñada para tratar 120.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, 20.000 toneladas de residuos orgánicos y de lodos de depuradoras y 5.000 toneladas anuales de envases para su selección. Tiene capacidad para valorizar el 60 % del residuo que llega a la misma y el 30 % restante se depositará en el vertedero.
Catalogada por su eficiencia como una de las mejores instalaciones que hay ahora mismo en Europa, a juicio de Roig, esta instalación realiza tres procesos: selección, biometanización y compostaje.
En el proceso de selección se eliminarán los impropios de materia orgánica seleccionada, también los de los envases recogidos en contenedores y su selección para reducir, lo máximo posible, el rechazo que va al vertedero.
En el proceso de biometanización se tratarán ser separado los lodos de las plantas depuradoras y la materia orgánica seleccionada. Se someterán a un proceso que permitirá el aprovechamiento del biogás generado. Este está previsto que se amortice en tres generadores eléctricos que se usarán para autoconsumo de la planta y la inyección de excedentes a la red. Como ejemplo, es el equivalente de energía eléctrica que consumen unos 1.500 viviendas.
Foto: Daniel Espinosa.
En el último proceso, el de compostaje, se tratará la materia orgánica que se ha recuperado de la fracción de rechazo y del proceso de biometanización, que se estructura con restos vegetales y de poda generados en la isla.
Según lo que dijo ayer el conseller en una visita con los técnicos de Medi Ambient a las obras de la futura instalación, no se sabe qué pasará con el vertedero actual una vez consuma su vita útil que, dijo, podría alcanzar los 12 años. «Estamos trabajando ya para buscar opciones, pero ahora lo que tenemos encima de la mesa es lo que hay», concluyó.
Cabe recordar que, según datos de 2018, Sant Josep es el municipio con la tasa de reciclaje más elevada de la isla, con el 20,26 %, seguido de Santa Eulària y Vila. Los que menos reciclan son Sant Joan y Sant Antoni, aunque este último consiguió aumentar el reciclaje de envases un 88,86 % el año pasado que quedan lejos aún de los envases recogidos en Vila, Sant Josep y Santa Eulària.
Eso sí, la cantidad de residuos lanzados al contenedor gris disminuyeron en 2018 en todos municipios, sobre todo en Sant Antoni, con un 5,68 % menos.
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Aunque sea verdad que se pondrá en marcha en septiembre de 2020 llega tarde, muy tarde demasiado tarde.