Nueve de los 11 acusados aceptaron penas de hasta tres años y tres meses de cárcel. | Alejandro Sepúlveda

Uno de los once acusados por venta de sustancias estupefacientes en Santa Eulària afirmó ayer durante su declaración en la Audiencia Provincial que tenía un total de 81 plantas de marihuana en su casa para «poder fumárselas sin gastar dinero, no para vender» ya que, según subrayó, en su casa «no se ha vendido ni un gramo; ni una micra».

Este testimonio fue uno de los escuchados ayer durante la primera sesión de la vista oral contra once acusados de formar parte de una banda dedicada a la venta de sustancias estupefacientes en Santa Eulària.

Los acusados se enfrentaban a penas que alcanzan los cinco años y medio de prisión, según la petición fiscal. Cinco de ellos están en prisión provisional. Según el escrito de acusación, los investigados se dedicaban entre enero y marzo de 2018 a la venta de cocaína, MDMA, anfetaminas, resina de cannabis y cannabis desde una casa de es Canar, en Santa Eulària.

El Ministerio Fiscal también solicita penas de multa que en conjunto suman 297.000 euros.
Preguntado por el fiscal por una balanza de precisión encontrada en su domicilio, el mismo procesado indicó no saber nada al respecto: «¿Balanza de precisión? No, tengo dos hijas y hago pasteles también».

No obstante, admitió que «como mucho» intercambiaba la marihuana y afirmó que «nunca en la vida» ha ganado dinero con la venta de cocaína. Tras indicar esto apuntó que admitirá una pena de cárcel de dos años y tres meses.

Durante la primera sesión, otros dos acusados admitieron la venta a pequeña escala (menudeo) pero descartaron operaciones a gran escala. «Vendía para mantener el vicio, para poder autoconsumir», aseguró V.D.M.N., el principal acusado.

Otro implicado explicó que él era un recadero de este primero: «A veces le contestaba al teléfono porque él no podía ni hablar». Un tercero señaló que no llegó a trabajar de recadero porque todo lo que le llegaron a dar lo consumía: «No puedo tener ni un gramo, me lo haría».

Posteriormente, otro procesado dijo que solo consumía, que no vendía y que el dinero que le incautó la Guardia Civil en su domicilio era el ‘bote' que los invitados a su cumpleaños habían hecho para pagar los gastos derivados de la fiesta.

Admitieron los hechos

Otros seis acusados admitieron los hechos en su totalidad. Después de que los encausados hayan reconocido o total o parcialmente los hechos, nueve de ellos han llegado a un pacto con la Fiscalía. Han aceptado penas de entre tres años y tres meses de cárcel a dos años y tres meses.

Solo dos de ellos, quienes se enfrentan a las mayores penas, no lo han pactado. En concreto, quienes no lo han hecho son V.D.M.N., que se enfrenta a cinco años y seis meses de prisión y una multa de 26.700 euros y F.J.G.C., a quien el Ministerio Fiscal le pide una condena de cinco años de prisión y una multa de 140.500 euros.