Según informaron fuentes policiales, la investigación arrancó a principios de septiembre después de que unos vecinos de Vila alertasen sobre la apertura de un establecimiento dedicado al consumo y distribución de marihuana y otros derivados del cannabis y desde el que se desprendía, durante todo el día, un fuerte olor a esta sustancia.
La Policía Nacional estableció diferentes dispositivos de vigilancia en la zona, observando que algunos de los clientes podrían ser menores. Las mismas fuentes explicaron en un comunicado que durante la investigación se pudo comprobar que los clientes entraban y salían del establecimiento a los pocos minutos, por lo que se descartaría que estuviera dedicado al consumo en su interior, si no que realmente se dedicaría a la venta de marihuana de manera indiscriminada a toda persona que quisiera adquirirla. Durante la investigación se procedió a levantar un total cuatro actas de tenencia de sustancia estupefaciente a personas que salían del citado local, determinándose que la sustancia intervenida ha sido adquirida en el lugar vigilado.
Una vez concluida la investigación, se detuvo a los presuntos autores por un delito contra la salud pública y se realizaron distintos registros, tanto en el domicilio de uno de los detenidos como en el propio establecimiento, donde fue intervenida 1.025 gramos de marihuana, 205 gramos de hachís, 12 pastillas de éxtasis, 1,30 gramos de cristal, 61 cigarros de sustancia estupefaciente, diferentes cantidades de resina y aceite de hachís, elementos para su elaboración, manipulación y posterior venta, así como una prensa mecánica de compactación y folletos de venta, entre otros objetos.
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En este caso vox no serve de mucha ayuda