Sucesión de traslados. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía conducen a los inmigrantes detenidos ante el juez de guardia, paso previo a su traslado a la Península, mientras otros estaban pendientes de la disposición de plazas en los CIE.

Mediodía de ayer. Agentes de la Policía Nacional continuaban realizando conducciones de inmigrantes hasta la Torre 1 del Cetis. Eran los últimos adultos que todavía tenían pendiente su comparecencia ante el juez de guardia. Los plazos seguían corriendo y la Delegación del Gobierno continuaba realizando gestiones a contrarreloj para localizar plazas libres en alguno de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en la Península.

A primera hora de la tarde, el director insular de la Administración General del Estado en Ibiza y Formentera, Enrique Sánchez, apuntaba que, por el momento, disponían de plazas para 30 de los 51 hombres que tenían que trasladar. Pasadas las 20.30 horas, Sánchez apuntaba que los 21 restantes habían sido puestos en libertad ante la imposibilidad de encontrar plazas libres en los CIE.

Al igual que en los dos últimos episodios, Interior fletó un vuelo especial para el traslado a la Península de los inmigrantes llegados de forma mayoritaria a las Pitiusas, pero también a Mallorca y Menorca. Las constantes llegadas de pateras a las costas pitiusas están suponiendo una ‘prueba de fuerza' para los distintos estamentos implicados, obligando a destinar decenas de agentes a los operativos de búsqueda y conducción de detenidos, y colapsando el juzgado de guardia con más de 30 comparecencias diarias.

Llegada sin precedentes
La última oleada de pateras trajo hasta el litoral pitiuso un total de cinco barcas y más de medio centenar de hombres. 54 de ellos fueron interceptados por la Guardia Civil tras tomar tierra en puntos de Migjorn, es Caló y es Carnatge, en Formentera, y sa Caleta y Cala Olivera, en Ibiza. Entre los detenidos figuraban tres menores, jóvenes que permanecerán en el Centro de Menores Padre Morey, en sa Coma.

Los más de medio centenar de migrantes llegados a Ibiza y Formentera entre el lunes y el martes elevan a más de doscientos la cifra de argelinos arribados a las Islas desde principios de agosto. La inmensa mayoría son varones adultos que tras las tramitaciones judiciales son derivados a la Península, pero también han llegado una veintena de menores y una mujer.

Algunos de los llegados en las anteriores oleadas fueron puestos en libertad al no encontrar disponibilidad en los CIE.

El delegado del Gobierno en las Illes Balears, Ramón Morey, indicó el martes en conferencia de prensa que se trata de una «situación excepcional».

La mayoría de los migrantes provienen de la costa de Dellys, en Argelia, y según las investigaciones policiales, cada viajero paga cantidades que oscilan entre los 4.000 y los 10.000 euros por un viaje que suele acabar en un CIE, paso previo a la repatriación.