Muchos de los pescadores llegaron por la tarde al Club Náutico de Ibiza orgullosos de sus capturas. | Arguiñe Escandón

Ayer por la mañana se abrió la veda de la pesca del raor en aguas de Ibiza. Aunque el período estará abierto hasta el próximo 31 de marzo fueron muchos los ibicencos que se animaron a madrugar para estar bien pronto en el mar y poder traerse para casa un buen botín. Además, como ayer era domingo y el día acompañaba, con un sol radiante, esta jornada de pesca se convirtió en una gran fiesta con centenares de barcos navegando por nuestras aguas.

Entre la mayoría de estos aficionados la satisfacción era máxima a su vuelta a puerto. El esfuerzo de madrugar y las altas temperaturas, sobre todo a mediodía, no pareció importarles en absoluto. «Para todos los ibicencos a los que les gusta el mar el día en el que se abre la veda no es un día de pesca normal sino una gran fiesta, como por ejemplo, sa berenada, y por eso es una fecha que tenemos muy bien apuntada en el calendario para que no se nos olvide», aseguró ayer con una gran sonrisa Juan Tur a Periódico de Ibiza y Formentera. No en vano, para él la jornada fue muy buena habiendo pescado una veintena de raors además de otros espectaculares ejemplares como un Roncador que sorprendía por su belleza.

Además, durante este primer día no hay competitividad entre unos y otros. «No se trata de ver quien pesca más o quien pesca menos sino que se trata de un día de alegría, donde te cruzas y saludas con otras muchas embarcaciones, amigos que hace tiempo que no ves, charlas con ellos, compartes cosas y vas recorriendo distintas pesqueras hasta que te vuelves a casa tras haber pasado una jornada preciosa en alta mar», explicó el mismo Tur.
Satisfacción por las medidas

Por otro lado, la mayoría de los aficionados que ayer se hicieron a la mar en busca de raors están muy satisfechos con el sistema de reservas implantado por el Consell d'Eivissa y que limita las capturas a 50 ejemplares por persona y 300 por embarcación al día. «Es muy positivo porque se puede conservar un pez tradicional de nuestras aguas, se limita la pesca relativamente evitando que pueda acabar poniendo en peligro a la especie», explicó Toni, «un vilero que lleva más de tres décadas saliendo a por raors».
Así mismo, los pescadores ven muy positivo el que haya zonas donde se limite la pesca recreativa como Es Freus y Tagomago, donde hay que declarar las capturas diariamente. «Es necesario que se regulen estas cosas si queremos seguir disfrutando con esta tradición y porque el ser humano es tan bruto que si no se hiciera así, seguro que acabaríamos con todos los raors en menos de una década», aseguró Joan Carles Costa quien junto a su cuñado Vicent pasó la mañana por Punta Rotja, en Formentera, Cala Sant Vicent o Platges de Comte.

El pez de los ibicencos
Es Raor, tambien conocido en otras partes de España como llorito, galán o pejepeine, es para muchos ibicencos su pescado de referencia. En 2017 fue considerado el más caro del mundo, llegándose a vender a 100 euros el kilo, pero más allá de sus precios la mayoría de los aficionados pitiusos solo tienen buenas palabras para él. «Sinceramente no te sabría decir que le hace tan especial pero todo el mundo que lo prueba, sobre todo, si se hace frito, comprueba que es exquisito»