La procesión de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, por Sant Antoni casi siempre deja alguna imagen para el recuerdo. Sin ir más lejos, en 2016, cuando bajaba por el carrer Ample, un contratiempo la dejó durante buena parte del trayecto sin corona. Este año la talla no sufrió problema alguno pero la marcha dejó instantáneas que sólo se pueden ver en la Villa de Portmany donde una amplia mayoría de turistas se saltan sin pudor la normativa que impide ir sin camiseta por el pueblo. Porque lo de beber en vía pública mejor ni hablamos.
Lo cierto es que muchos de los participantes, sobre todo los más mayores, andan un poco cansados. «Es una vergüenza que tengamos que bajar con la virgen, que se merece un respeto, por un Passeig de ses Fonts donde sólo hay chicos semidesnudos, chicas en bikini y tanga y todos bebiendo sin pudor», se lamentaba ayer Catalina, una señora de 67 años, natural del centro de Sant Antoni. En la misma línea se manifestó Joan Marí Torres, «marinero toda la vida» y «desde hace años desencantado con el rumbo que ha tomado el pueblo». «Pueden venir los de un partido y los de otro, pero esto sigue igual de mal y sin ningún respeto por los que hemos nacido y vivimos aquí». Incluso, algunos como Toni pedían que se tomen medidas. «Yo nací junto al campo de fútbol pero hace unos años me tuve que ir al ver el rumbo que había tomado el pueblo y ahora, que tenemos alcalde nuevo y va detrás de la patrona, figurando para salir en las fotos, espero que se de cuenta de lo que pasa en su pueblo».
«¿Pero qué es esto?»
Más allá de desencuentros y de que más de una decena de turistas miraran alucinados el paso de la Virgen del Carmen mientras preguntaban a los fotógrafos de los medios que era aquello, la jornada discurrió con normalidad. A las 19.00 horas comenzó la misa en la iglesia, oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura y con la presencia de, entre otros, el presidente del Consell, Vicent Marí, y el nuevo alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra.
Después la procesión salió en torno a las 19.45 horas. La imagen fue portada por cuatro hombres, entre ellos el historiador y exconseller Marià Torres, y tras ellos las autoridades, los vecinos de toda la vida y una veintena de miembros de Sa Colla de Can Bonet. A pesar de que el nuevo concejal de Fiestas, Miguel Tur Contreras, aseguró que «la procesión sería más sonora y más voluminosa que en años anteriores» lo cierto es que la marcha recorrió buena parte del breve camino en silencio, sin música de flaüta, tambor y castanyoles, hasta embarcar a la patrona en un Glass Bottom Cat de Cruceros Portmany. Tras algunos momentos de confusión provocados por la cantidad de personas que querían subir al barco «oficial» finalmente nadie se quedó en tierra gracias a la pericia y paciencia de una agente de Protección Civil. Tras colocar a la virgen en la popa, se hizo a la mar, se produjo la ofrenda floral y volvió a puerto.
Luego regresó a la iglesia, ya menos acompañada, y tras el tradicional ball pagès, a cargo de Sa Colla de Can Bonet, la Virgen del Carmen descansó hasta el año que viene mientras escuchaba tranquilamente las canciones de Aires Formenterencs, quienes actuaban justo al lado del templo. Ajena, además, al ajetreo de turistas que todas las noches vive Sant Antoni.
7 comentarios
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Pues mi titular habría sido: "Los medievales cada vez más medievales"
No es admisible la falta de respeto hacia las formas, modales y costumbres de la gente residente del pueblo. No es admisible que por el simple hecho de que unos cuantos descerebrados ganen dinero a espuertas se echen a perder unas costumbres centenarias. Os recuerdo que a esta procesión acuden personas de buena fe de toda la isla, unas personas y unas familias que pasan la tarde del domingo en el pueblo y se merecen el mejor de los respetos. Mal vamos cuando damos mas valor al dinero que a la honra o a la moral, se sea creyente o no. La decencia y el buen comportamiento no tiene religion ni partido politico.
Creo que alguien se perdió parte de la fiesta , se perdió como se cantó en la iglesia ,como se sacó a nuestra señora con flautas y castañuelas ,como se llenaron cuatro barcos de pasajeros de unas 200 plazas y los barcos de recreo más de los que yo recuerdo en años ,acompañaron a la virgen . Como la entraron en repique de campanas y castañuelas . Para seguir la fiesta en una plaza llena hasta la bandera para ver a aires Formenterenc .. claro que había gente sin camiseta , pero es que todavía no se sabe qué somos un destino turístico .. todo se ve según los ojos que miren y el periodista que a falta de objetividad ,no cuenta toda la información y busca lo malo en vez de ensalzar lo bueno ..
A mi lo que me parece muy pueblerino es pasear a una “virgen” por el pueblo... y los turistas sin saber que tal acontecimiento va a suceder... deberían ir vestidos ya con traje y corbata????
Leyendo esto parece como si en san antonio algunos acabaran de darse cuenta que han legado los turistes a ver.
El problema de San Antonio es que sus alcaldes siempre viven fuera del pueblo y permanecen ajenos a sus males. Con sus coches siempre han ido de sus chalets al ayuntamiento y del ayuntamiento a sus chalets sin pisar la calle ni sufrir el desmadre diurno y nocturno. Ya no se trata únicamente de una imagen deplorable por la falta de decoro de nuestros visitantes, sino también es una cuestión higiénica. Es bastante desagradable coger un taxi y tener que sentarse donde acaba de salir una chica en tanga o ir paseando y que te roce un hombre sudoroso sin camiseta. Las normas son para cumplirlas. Debería ser obligada la información en hoteles y en la calle multa a quienes la infringieran. Ya está bien de ser un pueblo sin dignidad.
¿Darse cuenta el alcalde? POTS PENSAR!!!!!! :(