A la Asamblea Anual de Fehif acudieron más de medio centenar de representantes de establecimientos hoteleros. | Daniel Espinosa

Ante la perspectiva de una ecotasa que seguirá vigente, los hoteleros de Ibiza y Formentera se resignan. La exigencia es ahora que los ingresos del impuesto sobre estancias turísticas se queden de forma íntegra para mejoras en las Pitiusas.

La Federación empresarial hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) celebró ayer su Asamblea General anual en la que analizó los asuntos en los que ha trabajado la federación «como por ejemplo pedir que se elimine el impuesto turístico en campaña electoral aprovechando un momento de cambio, pero al final este cambio no se ha producido y sabemos que tendremos cuatro años más de impuesto turístico», explicaba su presidenta Ana Gordillo.

Es por ello que desde la federación reivindicarán que el dinero generado a través de la ecotasa se quede donde se genera. «Que si en Ibiza estamos recaudando 18.2 millones, no nos lleguen 8,8 millones», señaló Gordillo, que comparó estos datos con los de Menorca, donde dijo que recaudaron 10,2 millones y revertieron en la isla 9.

La reivindicación sobre la ecotasa se planteó en una reciente reunión con el nuevo presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, al que solicitaron que se pida también al Govern balear que esos fondos se puedan gestionar desde la isla.

Contra el intrusismo
En esa misma reunión también se planteó una mayor contundencia contra la oferta de alojamientos turísticos no reglados. «Es algo que no nos afecta solo a nosotros, sino a otros problemas de la isla como es la falta de vivienda o los altos alquileres», añadió. Problemas que por otra parte sí afectan al sector hotelero de forma indirecta, por la necesidad de contar con personal durante la temporada turística que en muchos casos no acude a la isla al no encontrar donde alojarse o alquileres a precios inasumibles.

Respecto a la suficiencia de los 5 inspectores con los que cuenta el Consell d'Eivissa para desarrollar esta labor, Gordillo indicó que la Federación se ha ofrecido para colaborar en la tarea de rastreo a través de plataformas digitales, aunque valoró que «si estos cinco técnicos se dedican de forma exclusiva a esta tarea, quizás fueran suficientes».

Aún así, resaltó que lo más importante en esta tarea es que en caso de detectar una ilegalidad «se sancione de forma contundente», de forma que al final «se genere miedo entre los que lleven a cabo esta práctica ilegal porque saben lo que les puede pasar».

Incertidumbre
Respecto a la temporada turística manifestó que, si bien «no se puede decir que vaya a ir mal», las ventas desde hace tiempo ya no dependen tanto de los touroperadores como de la oferta de última hora. Es por ello que no quiso dar datos de previsión, aunque sí indicó que la primera quincena de julio había ido «bien».

«En agosto a día de hoy tenemos disponibilidad, pero eso no quiere decir que al final no se acabe vendiendo», explicó Gordillo. Es por ello que indicó que los hoteleros están ahora en un período de adaptación, ya que «todo funciona de otra manera, la gente reserva con menos antelación, busca ofertas de última hora y por lo tanto el sector debe adaptarse».

Esta situación genera una sensación de «incertidumbre» en el sector, que conforme a las dinámicas de los últimos meses espera vender las estancias disponibles, «pero hasta que no pase agosto no lo sabremos», señaló la presidenta de los hoteleros. «Antes, cuando trabajabas con touroperadores, ya lo tenías hecho, pero es que ahora cada cual tiene sus ofertas, su forma de trabajar... hacer un análisis de previsiones sería como no decir nada».

Recordó que las cifras estaban siendo buenas y que el descenso en junio había sido «solo del 0,6%».