Juan Uslé debuta en el MACE con ‘Notes on SQR'

Según explicó Uslé ayer antes de la inauguración a Periódico de Ibiza y Formentera, está compuesta por 34 obras pintadas entre 2011 y 2018 básicamente con acrílico sobre papel o cartulina. Están enmarcadas dentro de un estilo propio que los expertos han bautizado como «abstracción lírica, posterior al minimalismo».

Sin embargo, la gran particularidad de estos trabajos es que son composiciones que realizó el artista cántabro como pruebas previas para sus obras posteriores. «Cuando la directora del MACE, Elena Ruiz Sastre, vino a visitarme a mi taller tenía muy claro que quería para la exposición estos dibujos que formaban parte de ensayos y pruebas de color para luego poder crear otras en formato más grande». Son, por tanto, obras «que no se suelen ver en ninguna exposición porque son como si al artista le hicieran un scanner o un tag interior del origen de cada una de sus pinturas».

Sin embargo, Uslé al principio no estaba muy convencido con la propuesta. Después, una visita al museo hace unos meses le hizo aceptar. Las obras están organizadas en los grupos Carbón y macular, Sintaxis, Trama, Tapas / Freus, Islas, Salinas y Luz y colocadas adaptándose a la Sala de Armas a resguardo del «ruido visual» que provocan los grandes ventanales del museo. «Me bastó una sola visita para entender que la idea de la exposición era muy interesante. Sólo puse la condición de aislar las obras de la luz que viene de fuera para que puedan ser observadas en un espacio que transmita la mayor serenidad posible». Algo que, según el artista «permitirá al visitante acercarse y comprender mucho mejor cada una de las obras».

«El MACE, un museo con gran carisma»
Tras una amplia trayectoria profesional, Juan Uslé expone por primera vez en el MACE. Un museo que, según sus palabras, «tiene un carisma especial porque huye de la pretenciosidad que tienen otros centros de arte contemporáneo que se han creado en muchos lugares de España tras el éxito que ha tenido el Museo Guggenheim de Bilbao».

Además, destacó su estructura, «con múltiples posibilidades de adaptación a las exposiciones», su belleza, «enclavado en un lugar privilegiado en plena ciudad medieval de Dalt Vila» y que es mucho más conocido en el exterior de lo que mucha gente piensa.