«Les conté a mi mujer y a su hijo que había matado a una señora. Después tomé un avión a Madrid y se lo conté a mi otro hijo. Estaba muy arrepentido de lo que había hecho. Todos los días de mi vida me arrepiento». Son palabras de Daniel F.G.R., de 54 años y nacionalidad colombiana. Como ya hiciera en su día ante la policía, el autor confeso de la muerte de una mujer en ses Figueretes volvió ayer a renocer el crimen, en esta ocasión, ante el tribunal del jurado que lo juzgó en la Audiencia Provincial.
La vista debía prolongarse hasta el jueves, pero la confesión acortó los plazos y por la tarde el jurado ya emitió un veredicto de culpabilidad.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, el Jurado consideró probado que el acusado «apuñaló a la víctima con un objeto punzante, la mató y posteriormente confesó los hechos». No obstante, el Jurado no considera probado que únicamente debido a su confesión se pudo investigar el caso. Por otra parte, los miembros del Jurado no se han mostrado favorables al indulto o a parte de la suspensión de la pena.
Tras la lectura del veredicto, el Ministerio Fiscal y la Defensa del acusado solicitaron una pena de ocho años de prisión por un delito de homicidio «al apreciar que concurre la circunstancia atenuante muy cualificada de confesión». Asimismo, piden en concepto de responsabilidad civil que indemnice a la madre de la víctima con 65.000 euros.
El juicio quedó visto para sentencia y el reo fue trasladado nuevamente a la prisión a la espera de sentencia.
El acusado asestó a una mujer hasta «21 punzadas con un objeto puntiagudo» que acabaron con la vida de la víctima en el domicilio en el que vivía en ses Figueretes, en Ibiza.
Confesión del crimen
El acusado admitió que discutió con la mujer por la calidad de unas sustancias estupefacientes y que él le asestó varios golpes en el pecho con un objeto punzante. Después se marchó y confesó el crimen a su esposa e hijos.
Tras esta primera confesión, el hombre voló a Madrid para hablar con su hijo mayor antes de entregarse. «Estaba muy arrepentido de lo que había hecho», reiteró el acusado entre sollozos.
El hombre se personó en los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid y allí aportó un documento en el que confesaba los hechos por escrito. «Me presento hoy a la Justicia por un delito de sangre. He dado muerte a una persona en Ibiza», indicaba literalmente el documento.
Según explicó, en el registro del Juzgado le indicaron que en quince días le llegaría una notificación, y él no entendió por qué no le detenían cuando se trataba de un delito grave. Por eso, se dirigió a un policía municipal que estaba en el Juzgado, le manifestó que había cometido «un asesinato», que había matado a una prostituta en Ibiza, y le pidió que le detuvieran.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 31 de marzo de 2017 en un piso de la calle Galicia. Unos días más tarde, el 3 de abril de 2017, el hombre se entregó. Ahora ya espera sentencia.
1 comentario
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A los que habría que meter en la cárcel es a los jueces-as. Esta claro que las leyes son una cosa y la justicia es otra.