El alcalde en funciones de Sant Joan, Antoni Marí, firmó ayer un decreto por el cual ordena «el cierre de todos los accesos rodadods a la Cala de Benirràs, prohibiendo el acceso a la misma a toda clase de vehículos a excepción de los vehículos de emergencia, vecinos acreditados y línea regular de autobuses».
Esta restricción estará en vigor «durante todos los domingos, en horario de 16:00 a 23:00 horas, desde el primer domingo de junio hasta el primer domingo del mes de octubre, ambos inclusive, por razones de seguridad».
El alcalde explicó ayer que se mantendrán las mismas medidas que ya se impulsaron en temporadas anteriores, como el aparcamiento disuasorio situado en sa Plana de Ca na Marca, detrás de Can Coroner, así como el bus lanzadera desde esta misma zona hasta la playa.
En el decreto se destaca que «desde hace años, como es público y notorio, todos los domingos del verano se produce una masiva acumulación de personas y vehículos en las vías de acceso a la Cala de Benirràs, colapsando las mismas y poniendo en grave riesgo la seguridad de vehículos y personas, como ha quedado demostrado en los últimos años».
Una circunstancia «que ha sido objeto de debate y preocupación para el Ayuntamiento, fuerzas de seguridad y vecinos, trasladando el mismo a las juntas municipales de seguridad, evidenciándose siempre la ineludible e inaplazable necesidad de tomar medidas de ordenación, restricción o prohibición del tráfico rodado en los accesos a la cala», se asegura en el decreto. Por esta razón, «resulta procedente ordenar los accesos a la cala de tal manera que pueden garantizarse los mismos sin poner en pleigro la seguridad de visitantes y residentes».
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