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La sociedad está cambiando y con ella, como no podía ser de otra manera, el ocio. De un tiempo a esta parte internet ha revolucionado la forma en la que nos divertimos y en la que pasamos el rato y esto cada vez va a ir a más, sin ninguna duda. ¿Qué supondrá esto? Pues posiblemente menos contacto físico entre personas, pero paradójicamente más relaciones.

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Como la evolución tecnológica es imparable en todos los ámbitos de la sociedad, esta se está dejando sentir en prácticamente todas las acciones que se realizan cotidianamente. Aunque es quizá en el ocio donde más se está notando el cambio últimamente. De hecho, la forma de pasar el rato para la gran mayoría de las personas está cambiando de manera bastante rápida.

¿Quién iba a pensar hace 10 años que la gente estaría más tiempo mirando su perfil en una red social a través de un móvil que leyendo un libro? ¿Quién podría predecir que los selfis, es decir las autofotos, formarían parte de prácticamente cada acción que se realiza en la vida? Las costumbres cambian más rápidamente cada vez y esto es fundamentalmente culpa de los nuevos dispositivos tecnológicos.

Encima, para añadir más complejidad al asunto, formas de ocio duraderas en el tiempo como ver un partido de fútbol o disfrutar de un programa de televisión, han añadido elementos bastante atractivos para los usuarios. Ahora se puede apostar en directo en ese partido gracias a bookies como la casa de apuestas Codere o comentar con cientos de miles de personas lo que sucede en el show a través de Twitter. Es decir, muchas veces las nuevas formas de ocio no sustituyen a otras, sino que las complementan.

Nuevas plataformas disponibles

Al hilo de las nuevas formas de ocio gracias a la tecnología y a la red de redes, han aparecido en los últimos años múltiples plataformas que ofrecen todo tipo de servicio a precios competitivos y que permiten un uso de estos servicios cómodo y sencillo. Ahora plataformas de contenido audiovisual como Netflix , HBO, Amazon o DAZN permiten ver cientos de películas, series y eventos deportivos por poco dinero, desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.

A eso se le suman plataformas de videojuegos como Steam, donde se pueden comprar juegos muy baratos, las plataformas online de las diferentes consolas que permiten jugar online a millones de personas, otras que ofrecen millones de canciones al instante como Spotify o Apple Music e incluso nuevas plataformas que gracias a una tarifa plana ofrecen miles de libros para leer al instante desde cualquier móvil, tablet o eBook.

Es decir, que ahora se ven películas, se juega, se escucha música y se lee igual que hace unos años o incluso más, pero de una manera más cómoda, al instante y, en muchos casos, más barata.

Realidad Virtual

Obviamente, el crecimiento de estas plataformas se frenará cuando el mercado no permita más agentes o cuando una nueva forma de entretenimiento cale entre la población. Una posible opción de cambio de tecnología puede venir de la mano de la Realidad Virtual.

Con su perfeccionamiento, ya que, aunque lleva varios años entre nosotros aún está en pañales, llegará una nueva forma de consumir televisión, cine, juegos y hasta probablemente música y libros. Sí, se hace difícil imaginar cómo pero no es nada descartable que en la Realidad Virtual quepa prácticamente de todo en pocos años. Cada vez hay más dispositivos con potencia suficiente como para ofrecer experiencias cada vez más reales y es muy probable que dentro de poco cualquier dispositivo móvil tenga el poder de sumergirnos en un mundo completamente nuevo estemos donde estemos.

Realidad Aumentada

Fuente: Openlcons/Pixabay

La otra opción viene de la mano de la Realidad Aumentada . Esta tecnología permite interactuar con la vida real gracias a dispositivos como el móvil o las gafas virtuales como las Google Glass o las HoloLens. De hecho, ya ha habido juegos que han usado este sistema como el Pokemon Go o aplicaciones GPS que indican donde está el sitio al que se quiere ir interactuando con la realidad.

Esta tecnología, al igual que la Realidad Virtual ya está aquí para quedarse, pero debe mejorar bastante para que su uso se popularice, sobre todo con un aumento de la potencia de los dispositivos y también mediante el abaratamiento de precios.

Teniendo en cuenta todo esto, se puede más o menos entrever cómo va a ser el ocio del futuro, sabiendo que estará basado en le red de redes, pero no se puede profetizar cómo será realmente. Tenemos el ejemplo de lo que ha ocurrido en la última década y, probablemente, el cambio ahora será mucho más brusco.

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