Desmonte de la zona donde debía ir la nueva depuradora. | Daniel Espinosa

Hastío y cansancio. Es lo que se nota en el tono de voz de los vecinos y comerciantes de Cala Vadella cuando se les pregunta por los problemas en la zona. «¿Qué quieres que te diga? ¿Que qué me parece cómo están las calles y qué opino de que pueda haber vertidos o de los malos olores que casi se pueden untar? Es como si me preguntas si quiero que se me caiga un avión en la cabeza. Pues claro que no, la cuestión no es esa, sino cómo y quién lo debe solucionar», indicaba un vecino.

Y es que, si bien los vecinos de esta zona pagan impuestos en el municipio de Sant Josep, el ayuntamiento no ha recepcionado los servicios de la zona debido a que la empresa urbanizadora todavía no ha hecho los deberes para tener las infraestructuras en un estado adecuado.

Una de estas infraestructuras es la de saneamiento: el alcantarillado. La empresa urbanizadora, UMSA, había proyectado la ampliación de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR), cuya capacidad actual es inferior a las necesidades de la zona. Sin embargo el Consistorio paralizó la obra al considerar que se trataba de un proyecto que necesitaba informes de otras administraciones. Dado que esta clase de obras se pueden realizar hasta el inicio de la temporada no será posible llevarla a cabo antes de verano.
Unas obras que se ven necesarias por parte de los vecinos, sin embargo apuntan que existen dudas respecto al proyecto. Algunos dicen que les gustaría tener la certeza de que un técnico municipal de Sant Josep haya verificado que se construye una EDAR dimensionada para a las necesidades actuales y futuras de vecinos y empresas. Una vez que exista esa verificación, indican, el proyecto contará con la adhesión de vecinos y comerciantes.

Por otra parte están la situación de muchas de las calles de la zona, con el asfalto en mal estado y poca o nula iluminación. La sensación generalizada es que las infraestructuras en Cala Vadella sufren una dejadez casi absoluta.

El firme de la calle Pollença, junto a la playa, está totalmente destrozado. La misma situación la presentan los accesos a muchas calles secundarias. Además hay muchos tramos de calles que no tienen alumbrado público, de forma que, por la noche, la gente tiene que bajar a los restaurantes y bares de la playa alumbrándose con los móviles.

Tanto desde la asociación de vecinos como de la de comerciantes informan de que mantienen reuniones tanto con el Ayuntamiento como con la empresa urbanizadora. Sin embargo los avances son escasos desde su punto de vista.

Ayer celebraron una reunión en la que UMSA informó de un proyecto de mejora de las conexiones a la red de saneamiento. En verano se podrá notar si esta actuación se ha llevado a cabo y si supone alguna mejora en la reducción de malos olores.

Mientras tanto los camiones entran y salen continuamente de varias promociones en construcción a cargo de la urbanizadora y otras constructoras.