Muchos vecinos critican que el peso de la grúa está levantando las piedras del pavimento. Fotos: MARCELO SASTRE | Marcelo Sastre

Los trabajos de conservación y mantenimiento de las murallas renacentistas de Dalt Vila están «destrozando», a juicio de varios vecinos de la zona, la plaza de sa Font. Según explicó uno de ellos (que prefiere permanecer en el anonimato), los medios utilizados por parte de la empresa encargada de hacer los trabajos no son los adecuados. «Están usando una grúa muy pesada cuando sabemos que tienen una más pequeña y que pesa menos», argumentó.

La realidad es que el aspecto que presenta la plaza no es óptimo y así lo confirman las decenas de piedras que se han desencajado del pavimento. Además, algunos vecinos aseguran que la maquinaria ha pasado, en alguna ocasión, por encima del bordillo adoquinado de la fuente, además de haber dañado a uno de los árboles de la zona. «El lunes doblaron tanto el árbol que lo oí crujir y las ramas llegaron a entrar en mi casa», matizó el vecino afectado quien añadió que «las grietas que han salido en una de las ramas pueden suponer algún riesgo».

Por otra parte, los vecinos de esta zona sufrieron hace tres semanas un corte de agua con motivo de la rotura de una cañería por parte de la empresa encargada de los trabajos en la fachada de la muralla. «Nos dejaron sin agua un día entero y tuvimos que ser nosotros quienes informamos al Ayuntamiento de lo que pasaba», apuntaron.

La avería fue subsanada por técnicos de Aqualia, pero la zona afectada está cubierta de una «montaña de piedras» que los vecinos tildan de «peligro». De hecho, uno de ellos lamentó que «caminar por la plaza sin tobilleras se ha convertido en un deporte de riesgo».

Por estos motivos, piden que se le retire la concesión a la empresa encargada del servicio y temen que sean los ciudadanos de Vila quienes tengan que asumir los costes de reparación de los desperfectos causados en los últimos meses.

Sin plazos

Desde el Ayuntamiento de Eivissa confirmaron que las causas de los daños en la calle y en la plaza se deben a la «maquinaria pesada» y, también, al «deterioro» de las conducciones de la vía. En este sentido, fuentes municipales indicaron que es la empresa encargada de los trabajos quien tiene que hacerse cargo de los desperfectos, por lo que «se le ha instado para que repare el firme en cuanto termine con los trabajos de consolidación».

Sin embargo, no hay plazos fijados para ello, aunque se estima que acaben a finales de este año. «Cuando no requieran la grúa autoportante con cesta tendrán que repararlo», apuntaron desde el Consistorio.

Los trabajos de conservación y mantenimiento de las murallas están enmarcados dentro de un plan integral que abarca 18.000 metros cuadrados. Entre las actuaciones se incluye la limpieza de vegetación y pintadas, el mantenimiento en los baluartes, las casamatas y las rondas perimetrales, además de hacer un tratamiento de los hongos, reposición de piedras y análisis de todos los grabados y marcos históricos.

Cabe recordar que el estado de las murallas cuando empezaron los trabajos hace poco más de un año no era «preocupante». EL monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999, presentaba patologías «puntuales», pero no requería de actuaciones inmediatas. Concretamente, el arquitecto responsable del proyecto destacó la importancia de llevar a cabo un mantenimiento continuo, más que los proyectos puntuales.