Antoni Ferrer ‘Quintals' cumplió el sábado -29 de diciembre- 100 años de pura vida y ayer lo celebró con familiares y amigos en su pueblo natal, Sant Vicent de sa Cala. Dice que no hay truco para llegar a esta edad, pero admite que pasea todos los días y que come «lo que hay». Y es que, aunque antes ponían en la mesa producto del campo, «ahora los tiempos han cambiado y hay que comer de todo», dice.
Pasó una Guerra Civil cuando estuvo en la mili, después trabajó en la montaña «haciendo madera y carbón» y acabó trabajando en el mar, como pescador; un oficio que mamó desde pequeño uno de sus hijos y al que ahora se dedican dos de sus nietos. De hecho, su nieto Toni le dijo ayer que le iba a llevar a pescar de nuevo. «Le dije: ‘Ahora, abuelo, lo que quiero es que con 100 años vayamos un día los dos a pescar y cojas un pez' y está dispuesto», cuenta.
Sin ir más lejos, hace apenas seis años quería bajar, como siempre, en bicicleta hasta la playa -hay un kilómetro- para después coger el bote a remo y pescar con la red. «Le dijimos: ‘Abuelo, si ahora te caes va a ser difícil que te suelden bien los huesos' y lo aceptó. Al día siguiente subió con la bicicleta y me la regaló», relata el nieto.
‘Quintals' tiene la cabeza muy bien amueblada y muchas ganas de vivir. En verano sigue yendo al mar a nadar y todos los días hace una marcha de medio o un kilómetro por el pueblo. Apenas toma dos pastillas por prescripción médica, «y una para dormir y aún así me despierto a las 4 de la mañana», pero según dice el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, «el truco de vivir tanto creo que está en hacerlo en Sant Joan». Sin ir más lejos, bromea con que ya ha pensado en moverse a Sant Vicent de sa Cala visto que varias personas han alcanzado los 100 años allí; un vecino del pueblo llegó a los 106.
Su nieto asegura que el médico siempre le dice que está muy bien, pero que le va a hacer un volante para hacerse análisis y constatarlo. «Entonces, mi abuelo le dice que si está bien para qué se los va a hacer. Y el mismo médico le da la razón y rompe el volante; ni análisis ni nada».
‘Quintals' tiene dos hijos, cinco nietos y el año pasado le llegó el regalo más esperado: el nacimiento de su primer biznieto. «Le íbamos a llamar Martín, pero subió mi abuelo a casa, le tocó la barriga a mi mujer y le preguntó: ‘¿Cómo está Toni aquí dentro?' y al final se quedó con ese nombre», cuenta el nieto.
Lo más curioso es que el sábado, coincidiendo con su cumpleaños, nació su biznieta Martina. «El mejor regalo para los 100 años», dice ‘Quintals'. Y es que no todo el mundo llega al centenar y, menos aún, en las mismas condiciones que este vecino de Sant Vicent de sa Cala que puede disfrutar del nuevo miembro de la familia.
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