A tres días de cumplirse dos meses de la violenta desaparición de Nuria Ester Escalante, el considerado principal sospechoso fue trasladado ayer a los juzgados de Ibiza para comparecer ante Carmen Robles, la juez que instruye la investigación de una «desaparición violenta» que sigue sin resolverse aunque la policía judicial ha estrechado el cerco sobre uno de los cuatro encarcelados: el sospechoso de 37 años y nacionalidad polaca.
La investigación permanece bajo secreto de sumario pero, según los datos recabados por este medio, la policía judicial habría reconstruido los últimos movimientos de los sospechosos junto a la mujer de 52 años desaparecida. La revisión minuciosa de las imágenes captadas por diversas cámaras de seguridad presentes en el Passeig de s'Arenal y otros puntos de la avenida Doctor Fleming apuntarían al detenido de nacionalidad polaca y de nombre Sebastian como el principal sospechoso.
Ayer fue trasladado a primera hora de la mañana hasta los juzgados como paso previo para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos en la considerada zona cero del caso, en Sant Antoni, pero el encausado se mostró reacio a colaborar con las justicia.
No obstante, las horas de exhaustivo análisis de imágenes habrían permitido rehacer el puzle y situaría al sospechoso en los últimos lugares por donde pasó Nuria Ester antes de que se perdiese su rastro el pasado 31 de octubre e incluso habría sido captado trasladando la maleta de la mujer.
Según las fuentes consultadas, los investigadores han revisado horas y horas de imágenes.
Pasadas las 11.00 horas y tras comparecer ante la juez, los agentes de la Guardia Civil trasladaron al detenido hasta el Centro Penitenciario de Ibiza, cárcel donde permanecen ingresados desde el pasado 29 de noviembre cuatro de los cinco detenidos.
Sin rastro de Nuria Ester
58 días después del último contacto con Nuria Ester, el paradero de la mujer alicantina continua siendo un misterio.
En la habitación que compartió durante unos días con uno de los detenidos, ahora se aloja otro joven. «Espero que se aclare pronto qué pasó con la chica porque también debe ser un calvario para su familia», señalaba ayer junto al quicio de la puerta de la pequeña estancia donde Nuria Ester dejó sus pertenencias. Una maleta con la que fue visto el principal sospechoso, el detenido que ayer fue trasladado a los juzgados con la intención de arrancarle una confesión que deshaga definitivamente el ovillo.
Excavación realizada junto a la entrada de la infravivienda donde Nuria Ester Escalante se alojó unos días. Vídeo: Paco S. Pérez.
En un lateral de la entrada y junto al pozo del desvencijado y abandonado taller Can March se aprecia la huella de la última batida realizada por la investigación: un agujero de un metro de profundidad. «La última vez que vinieron retiraron todas las cañas y excavaron en algunos puntos pero no encontraron nada», apuntó el joven que ahora ocupa la cama donde Nuria Ester estuvo hasta pocos días antes de su desaparición.
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