En este sentido, los propietarios se basan en que la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico-Artístico (Ciotupha) rechazó en agosto proteger esta mansión por no estar justificado su interés histórico y cultural, pero pese a ello la máxima institución insular emitió en septiembre un decreto para suspender su derribo.
Protección
Cabe destacar que la institución insular decidió este pasado lunes iniciar la protección de la casa Van der Driesche con la figura de bien catalogado, algo de lo que se enteró la propiedad ayer por la prensa. Por el momento, no se ha notificado a los dueños de esta casa de Cala Molí el nivel de protección que tendrá: «Respeto la decisión de la Ciothupa, pero me gustaría ver en qué condiciones se ha determinado esa protección y en qué consistirá y qué se permitirá hacer para que la propietaria pueda usar la casa», precisó el arquitecto Jaume Serra, quien destacó la «incertidumbre» que siente la propiedad en estos momentos y la falta de información por parte del Consell d'Eivissa sobre en qué consistirá esta protección.
En este sentido recordó que cuando la propietaria adquirió la casa, ésta no estaba protegida «ni sabía que iba a protegerse». La propietaria recordó, además, que cuando empezaron con las obras de derribo tenían todos los permisos y licencias del Ayuntamiento de Sant Josep en regla, por lo que se ajustaron a lo estipulado en la Ley.
Por su parte, la demarcación en las Pitiusas del Colegio Oficial de Arquitectos celebra que se haya tomado en consideración su petición de proteger la casa Van der Driesche. Los arquitectos destacaron que es una «riqueza a preservar» y, en este sentido, han considerado necesario trabajar «en el mismo sentido» en relación a otros bienes «que se están malbaratando». El presidente en Ibiza y Formentera del Colegio de Arquitectos, Iván Torres, destacó ayer que finalmente la ponencia técnica y la Ciotupha han entendido que la casa es «un bien a preservar, una riqueza existente en las Pitiusas».
Asimismo, se refirió a los apoyos recibidos durante el proceso, valorando los estudios encargados a diversos especialistas. «No había ni un solo informe que no avalara esta petición, por lo que ha caído por su propio peso que la solicitud del Colegio de Arquitectos era sincera y valorable», añadió. Torres recordó que la vivienda se construyó en la década de los 70, siendo «muy vanguardista para la época» y «revolucionando» la arquitectura y la construcción. «Es una casa especial», señaló Torres, quien reiteró que muchos estudiosos y catedráticos coinciden en la necesidad de que la vivienda sea protegida.
Según el presidente, al tener conocimiento de las intenciones de la nueva propiedad de derribar la vivienda, se inició el proceso para evitar la demolición. El inmueble además estaba en proceso de catalogación por parte del Ayuntamiento de Sant Josep.
La querella
Sobre la querella interpuesta por la propiedad al presidente del Consell d'Eivissa por un presunto delito de prevaricación administrativa, el presidente de los arquitectos consideró que «todo se deberá aclarar», recordando que los arquitectos han seguido la ley «tal cual está estipulado» durante todo el proceso y «todos los pasos dados para la protección de la vivienda están correctamente dados».
Desde la máxima institución insular no entraron a valorar la querella ya que no han tenido, por el momento, ninguna comunicación al respecto sobre la misma.
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