Un grupo de agentes de la USECICO de la Guardia Civil en uno de los puntos que fue examinado ayer. | Daniel Espinosa

La Guardia Civil ha intensificado la búsqueda de Nuria Ester Escalante y durante la jornada de ayer se sucedieron una serie de registros e inspecciones en diversos puntos de Sant Antoni buscando una prueba definitiva que lleve hasta la localización de la mujer de 52 años, desaparecida el pasado 31 de octubre. Según subrayaron fuentes de la investigación, se trabaja sobre una «desaparición no voluntaria».

La investigación se encuentra en un punto clave y la Guardia Civil movilizó ayer a decenas de efectivos de varias unidades, desde la policía judicial a la USECICO, el GEAS y un helicóptero.

A lo largo de la mañana los agentes peinaron e inspeccionaron exhaustivamente varios puntos localizados en el entorno del camping de Sant Antoni y las zonas de campo cercanos al Lidl.

Paralelamente, otros efectivos inspeccionaban un domicilio localizado en la calle Picasso. En la vivienda reside un amigo de la mujer desaparecida.

Investigación

Hace una semana la investigación dio un giro y la policía judicial de la Guardia Civil centró sus investigaciones en el entorno y las amistades en Ibiza de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años que está desaparecida desde el pasado 31 de octubre después de llegar días antes a Ibiza desde Alicante.

La investigación judicial está bajo secreto de sumario. No obstante, sí ha trascendido que desde hace unos días ha cobrado más peso la hipótesis de que la desaparición de Nuria Ester «no es voluntaria».

En este sentido, las mismas fuentes indicaron que la investigación «iba en una dirección, pero dio un giro» tras los datos recogidos por la unidad de criminalística llegada desde Palma hace dos semanas.

Nuria Ester dejó su equipaje en casa de uno de sus allegados en la isla con el compromiso de volver días después a por su maleta. Pero el rastro y la comunicación con Nuria Ester se perdió el día 31 de octubre.

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Tal y como apuntó a este medio Aarón Berenguer, uno de los hijos de la mujer, Nuria Ester se trasladó a la isla desde Alicante para buscar trabajo e inicialmente se alojó en casa de un conocido de la familia.

Madre e hijo mantenían contacto telefónico a diario hasta finales de octubre. «Le llamábamos y el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Al pasar dos o tres días ya comunicamos la situación en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan, en Alicante. Estamos muy preocupados porque mi madre no desaparecería de forma voluntaria», indicó.