Andreas Simon, integrante del colectivo Música Sí, interviene en el reportaje y dice en él que el ruido promedio del tráfico es de 70 decibelios, mientras que el aterrizaje de un avión alcanza los 110 decibelios. Simon relata para la BBC, además, que acudieron desde el Ayuntamiento a hacer una inspección del volumen de sonido a las 07.00 horas y el limitador mostró una lectura de 72 decibelios pese a estar el bar vacío y la música apagada debido al ruido externo.
«El gobierno aquí quiere hacer que la gente entienda que la música es ruido. La música no es ruido, la música es parte de la cultura. Tiene que haber una solución razonable porque, sin música, esta isla está muerta», explica este integrante del colectivo Música Sí.
La periodista de la BBC relata que cuando «la coalición socialista tomó el control del consejo de gobierno de Ibiza en 2015, controlar el turismo fue fundamental para ellos». El reportaje recoge las impresiones del director insular de Turisme, Vicent Torres Ferrer, quien afirma que la isla no tiene problemas con la música alta en clubes cerrados y que Ibiza tiene «las mejores discotecas del mundo», pero que cuando se trata de lugares al aire libre se debe tener en cuenta a los residentes. «Sabemos que la música es muy importante para nuestra oferta en Ibiza, no queremos detener esto. El problema viene cuando tenemos fiestas ilegales en villas privadas o música hasta muy tarde en lugares abiertos».
Sobre el cierre del West End a las 03.00 horas, Benet apunta que «no significa que Sant Antoni no quiera la vida nocturna. Si desea continuar con una fiesta puede mudarse a las discotecas y continuar su fiesta allí». El reportaje señala que el cierre a las 03.00 horas de los bares del West ha impulsado a los clubbers a la calle y señala la falta de policías. El empresario Martin Makepeace es una de las voces que apunta que «cerrar los bares temprano ha causado más problemas que los que solucionó».
En el reportaje, además, se incide en la elevada presencia de droga en Ibiza. Sobre la falta de policías, el director insular de Turisme señaló los recortes de la época de Rajoy debido a la crisis económica y recordó la restricción de la Ley Montoro.
El reportaje señala también que hay muchos residentes que se están planteando abandonar Ibiza y recuerda que la cifra de turistas ha caído este año en temporada alta. Habla, además, del surgimiento del movimiento PROU! para «defender y proteger» Ibiza del exceso de turismo y el crimen.
8 comentarios
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Jajaja vaya tela, ahora resulta que los garitos del west end son esa pequeña y mediana empresa que hace barrio... Lo que hay que leer. Comercios historicos con el slogan "sirviendo garrafon desde 1970".
Si claro emilia, la interpretacion es la que haces tu. Yo creo que la traduccion no es esa, y el tema esta en que si la macrodiscoteca esta apartada, insonorizada y no molesta a los demas pues adelante, pero si tienes un discopub a la puerta de casa con musica, drogados y borrachos hasta las 7 de la mañana debajo de tu casa, eso ya es otra cosa. Aunque ushuaia y dc-10 aunque sean macro-discotecas no son de muy respetar el descanso vecinal...
Benet apunta que «no significa que Sant Antoni no quiera la vida nocturna. Si desea continuar con una fiesta puede mudarse a las discotecas y continuar su fiesta allí» La traducción es que la pequeña y mediana empresa ganen lo mínimo y se hundan cuando son los que hacen barrio y se gastan el dinero aquí. Mientras que los que se lucren sean los dueños las macro-discotecas que son los que se lo llevan calentito fuera de la isla, por no contar con las cajas b (se encontraron en varias discotecas inspeccionadas) y falsos autónomos que trabajan en ellas.
En los ojos de todo el mundo, Ibiza es la Meca en lo que fiesta se refiere. El dia que perdamos ese titulo, nos podemos preparar para volver a trabajar el campo. Y a mi tampoco me gusta la fiesta, pero eso es la realidad. Deberiamos cuidar mas lo que tenemos. Vigilar mucho que precio y calidad esten a nivel, ya que es uno de los grandes problemas. Damos poco y por chulos cobramos mucho y hay un limite para eso.
Pues mira si la fiesta desaparece solo para dejar de ver la basura británica que nos visita pues sea bienvenido.
Lo que tendrían que analizar es como siguen subiendo las muertes por balconing, alcohol y drogas de sus compatriotas en este País, y encontrar alguna fórmula para normalizar la forma de disfrutar de las vacaciones de en verano...
Siempre nos quedará el botifarro!!!
Los radicalismos siempre son malos para todos, ni que puedan poner musica a los dbs que quieran, ni tampoco obligar a bares pequeños a tocar a 65db. Hasta que no se llegue a un consenso en el cual toda la isla tenga mismos horarios y limitaciones de volumen(según licencia) este problema no se solucionará