Terrazas casi vacías en hora punta, hamacas libres y un paseo que a última hora de la tarde apenas tiene paseantes. Esta es la realidad que, a día de hoy, está viviendo ses Figueretes.
El pequeño comercio acusa las pérdidas económicas al ‘todo incluido' de los hoteles. «Las habitaciones de los hoteles tienen un precio muy alto y, además, incluyen el desayuno y las comidas; esto no permite que la gente pueda hacer gastos extra porque ya han abonado un precio elevado», señalaron desde el Bar Haddock.
Cinco estrellas
Para su propietaria, Ibiza está poniendo precios de una isla de «cinco estrellas» sin ofrecer buenos servicios. «Estamos en un punto estratégico, con unas playas espectaculares y un ambiente muy comunicativo, pero sin servicios», añadió.
Se refirió así a que ya no llegan trabajadores profesionales a la isla. «No les compensa con el alto precio de los alquileres. El año pasado tuve a dos trabajadores que no han querido repetir porque estaban alquilando camas calientes. Pagaban 400 euros por un trozo de colchón que, cuando se iban a trabajar, ocupaba otra persona. Por esa cama el propietario se sacaba 1.600 euros al mes», criticó.
Así, ella misma reconoce que ha tenido que contratar a gente sin formación porque la oferta es escasa. «Les enseñas para que aprendan y les retienes porque sino se van a otro sitio».
En el caso del Haddock, afirmaron que en este mes de agosto han sufrido pérdidas de hasta un 70% respecto al mismo mes del año pasado. «Ahora mismo estoy teniendo pérdidas. Normalmente cerraba en la primera quincena de octubre, pero me estoy planteando hacerlo a finales de septiembre», apuntó.
Un poco más alejada del paseo está la Cafetería Donibane. Los trabajadores también hablan de una temporada «bastante floja». «Confiamos en septiembre porque suele venir otro tipo de turismo más familiar. Nosotros, al final, estamos abiertos todo el año y tenemos a mucha gente de aquí», señalaron.
Al problema del alquiler y del ‘todo incluido' se suma que los salarios no se equiparan al alto nivel de vida de la isla. Desde que entrara en vigor el convenio de hostelería, en el que los trabajadores ven reflejado un 5% más en su nómina, los empresarios acusan un mayor porcentaje de pérdidas.
«Es buenísimo que se les suba el salario y nunca voy a decir lo contrario, pero para que nosotros no perdamos dinero también tenemos que subir el precio de nuestros servicios y eso es lo que critican los turistas y por lo que dejan de consumir», reiteraron en un pequeño restaurante del barrio.
Además, recordaron que Ibiza llegará a «ponerse a la cola» por la gran oferta vacacional que ofrecen otros destinos turísticos de características similares, como pueden ser Grecia o Croacia.
Los supermercados tampoco están para tirar cohetes. A juicio de la empleada de uno de ellos, en pleno paseo marítimo, apostar por el «turismo de lujo» está rompiendo con la dinámica turística de la zona. «Se quiere un turismo que no acepta a niños. Esto hace que se rompa el ambiente familiar que siempre ha habido aquí y que afecta a los que intentamos ganar más en verano para poder sobrevivir al invierno, que también estamos abiertos», dijo.
Sin embargo, los hoteles tienen diferentes puntos de mira aunque, en mayor o menor cantidad, todos han notado un «bajón» esta temporada. Es el caso del Hotel Figueretes que, «por suerte», trabaja con touroperadores y con «clientes antiguos».
«A pesar de esto hemos notado muchos picos. En un hotel en el que solíamos tener una ocupación del 95%-97%, el otro día de 76 habitaciones tuvimos 12 libres. Hoy por ejemplo solo hay cinco vacías», explicó una trabajadora.
Esta situación se repite en varios hoteles de la zona que admiten que los viajeros ya no reservan estancias de una semana o 15 días como hacían hace años, sino que ahora «lo que se lleva» es venir tres o cuatro días que, normalmente, suele coincidir que es de jueves a domingo. «La gente aprovecha y junta días en el trabajo y se hace un puente largo. Gastan menos y también pueden disfrutar de la isla, aunque a nosotros eso nos afecta bastante porque, por ejemplo, un martes tenemos la mitad de reservas que un sábado», explicaron en otro hotel de la zona.
Asimismo, este año han acusado una bajada de reservas en el mes de junio y de septiembre, cuando otros años han conseguido una mayor ocupación. «Septiembre está flojito, cuando antes era más movido. Antes paraba las ventas de julio a septiembre en el mes de febrero y ahora siguen abiertas», añadió.
12 comentarios
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José, comámonos la cerda, que el fin del mundo llegará y sino, la cerda quedará. Este es el lema, al parecer, de los empresarios en los años anteriores....y ahora, sin cerda que comer, ni fin del mundo por llegar, les parece que vendrán tiempos de miseria, y no. Solamente estaremos más anchos que apretados...
Así que aprendan a tratar a la gente como a seres humanos, contrato, 2 días libres por semana, buen trato en el trabajo, vacaciones pagadas y 8 a 10 horas de trabajo por día si no pueden dar eso no me corto QUE LES JODAN que les jodan bien y si es hotel una habitación es el mínimo a un precio humano
O se empieza a domesticar a las discotecas, incluso cerrando las que hagan falta, o la isla está acabada y rematada.
Vayan bajando los precios ofreciendo califad, amabilidad y buen trato al cliente. Ya veran como suben solas las recaudaciones. La avaricia rompe el saco. Ajo y agua.
El turismo de fiesta es un turismo de 3 dias de fines de semana, nada que ver con el turismo familiar que venian a pasar 10 dias o incluso varias semanas. Esas son las miras que tenemos.,mientras todo el mediterráneo especializandose con ofertas complementarias potentes parra atraer ese turismo, nosotros todavia con las apestosas salas de baile esquizoide.
Totalmente de acuerdo con todos. Alberto, por desgracia eso esel mal comun de Vila, el puerto es lo mismo, paseo maritimo lo mismo, sucio, baldosas rotas, prototucion, venta de droga,ratas...
Pues a espabilarse!! Lo que no se puede hacer es vivir a expensas de las discotecas, yen yn modelo turistico de alcohol, fiesta y borrachera, lo bueno cuesta. Abrir todo el año, negociar con las compañias aerereas, crear oferta complementaria, presionar a gobierno para que de buenos servicios, depueradoras, agua, limpieza... osea trabajar. Hay destinos mediterraneos que ofrecen lujo y servicios estupendos, sin doblegarse al nuevo rico cutre.
Digo yo que también tendrá algo que ver que el paseo está que da pena. Baldosas rotas, charcos de agua estancada, excrementos de perro, prostitutas, camellos trapicheando, nula presencia policial...
Eso pasa porque la gente se cansa de lo abusivo que es todo, y los ricos y la gente que tiene un poder adquisitivo alto cuando viene a la isla y le roban y ven Vila mas sucia que nunca y con ratas no vuelven a venir. Aparte el atractivo de las Calas y Playas ya no existe como puede pasar en Grecia, Croacia o en Menorca. Ahora tocará pagar lo que se a sembrado.
Normal. Con los precios que manejan, quien va a tomar algo? El único local con precios razonables es el restaurante chino. El resto se cree estar en Salinas o puerto banus o marina botafoch. Nosotros hace años que no paseamos por ahí. Entre que está todo sucio y abandonado y los precios que no se los paga ni Rockefeller....