El equipo de gobierno aprobó en el pleno de ayer la firma del convenio de agua desalada con Abaqua.

El Ayuntamiento de Santa Eulària afrontó en el pleno ordinario del mes de julio celebrado ayer uno de los temas más importantes de la legislatura, relativo a la firma del convenio de colaboración con Abaqua, la empresa pública del Govern balear, para que el municipio de Santa Eulària pueda ser abastecido con agua desalada. La propuesta del equipo de gobierno contó con el voto favorable de los socialistas, quienes pese a ello criticaron que la medida llega muy tarde «aunque sea muy necesaria» y con la abstención de Guanyem, cuyo grupo se mostró muy crítico con la propuesta del equipo de gobierno, que calificó de «fracaso».

La aprobación vino unida a otra de modernización del servicio municipal de suministro de agua, que implicará inversiones por unos 3 millones de euros y ampliar el contrato con Aqualia, la actual empresa concesionaria, hasta 2025, una medida que ha sido ampliamente criticada tanto por Guanyem como por el grupo socialista, al entender que la prórroga se produce sin pasar por concurso público. En el caso de Guanyem, se refirieron a la aprobación como «la constatación del fracaso de la política hidrológica de la isla». Óscar Rodríguez, portavoz del grupo, lamentó que se haya optado por prorrogar siete años el contrato con Aqualia y sin debate. «Nuestro modelo es la gestión pública del agua», aseguró.

Inversión

Por su parte, Mariano Juan, concejal de Urbanismo, explicó que «se han invertido 16 millones de euros en la creación de infraestructuras y municipalizaciones en redes que antes eran privadas» para poder suscribir el convenio con Abaqua. En una primera fase, añadió Juan, se suministrará un 22% de agua desalada de todo el global que se suministra en el municipio; la segunda fase, que debería empezar en 2019, elevará ese porcentaje al 39% de agua desalada y un 60% de agua de pozos para mejorar la calidad del agua. Y la tercera y última fase consiste en el objetivo que se ha fijado el Ayuntamiento de que el 75% del agua que se consuma en Santa Eulària sea de agua desalada.

En cuanto a la «modernización» de la red, la propuesta, que fue rechazada por la oposición, pretende incorporar el incremento de población, el inicio del suministro de agua desalada, los objetivos de mejora hasta el 85% del rendimiento de las redes y la actualización de tarifas congeladas desde hace 10 años.