Santa Eulària aprobó ayer por unanimidad en el pleno ordinario del mes de junio la propuesta del equipo de gobierno para reclamar una «intervención urgente» en la depuradora del municipio, un problema recurrente, que lleva años sin resolverse y que se acrecienta en los meses de verano con el aumento poblacional del municipio. La sesión no estuvo exenta de tensión, pese a la aparente unanimidad con la que se votó y la oposición tuvo algunos reproches para el Ayuntamiento respecto a cómo se ha gestionado el problema. Hace apenas dos semanas informábamos de que se habían incrementado las quejas de vecinos y comerciantes por el mal olor de la depuradora, gestionada por la empresa pública Abaqua (dependiente del Govern balear) y que se encuentra en medio de un proceso para poner en funcionamiento una nueva línea de depuración, algo que debería ser inminente, según explicó la propia empresa. «No dudo de la buena voluntad de Abaqua pero dudo de su compromiso e interés en abordar una situación tan compleja como esta», explicó el alcalde Vicent Marí, en la presentación de la propuesta. Marí exigió a Abaqua «esfuerzo técnico y económico» y «voluntad política» al Govern para solucionar el problema, además de unas disculpas públicas de la empresa a los vecinos de Santa Eulària. Para el PSOE, sin embargo, llevar esta moción al pleno municipal les pareció «innecesario», ya que este debate ya se ha llevado al Parlament. «Actuemos y dejemos de llevar mociones de este tipo a este pleno, porque alcanzamos acuerdos que luego no sirven de nada» explicó Vicent Torres, portavoz del grupo municipal socialista. Según Torres, el Ayuntamiento tiene una cierta responsabilidad en insistir a los responsables del problema que lo solucionen.Guanyem, por su parte, recordó que «hace 25 años cedimos las competencias y ahora no nos atrevemos a recuperar las competencias que en su momento cedimos». Mariano Torres opinó que «esta sería una solución general, no temporal, ya que la depuradora huele mal siempre». Guanyem también ha cargado contra el Ministerio de Medio Ambiente, por haber tardado 11 años en llevar a cabo un proyecto de ampliación de la depuradora. Una ampliación que, en opinión de Torres, «viene corta desde el principio». Por eso, insistió Guanyem, la solución pasa por optar por «posiciones valientes», que serían aquellas que reclamen las competencias que eran propias del Ayuntamiento, para aportar soluciones desde lo local. «El problema es este y es el que este Ayuntamiento no quiere abordar», aseguró Torres. El alcalde, Vicent Marí, no cerró las puertas a esta opción. «No me importaría reclamar las competencias y hacerme cargo de la depuradora si está en condiciones», afirmó.