Con esta primera intervención, el Ayuntamiento quiere mejorar la seguridad de los usuarios de la vía al ser esta rotonda un punto «muy conflictivo», según precisaron. Los trabajos comenzaron en febrero con un coste de 300.000 euros y han servido para instalar hasta ocho farolas de bajo consumo, permitiendo una mejor visibilidad. También se han creado pasos de peatones en todas las entradas y salidas de la rotonda y las aceras o zonas de tránsito de caminantes han sido protegidas. Asimismo, la rotonda permite distribuir mejor el tráfico con una glorieta de 29,5 metros de diámetro y una zona de rodadura para facilitar la maniobra de vehículos de grandes dimensiones.
Reforma integral
El Ayuntamiento recordó ayer que sigue trabajando para licitar las obras en el tramo que va desde la rotonda hasta las inmediaciones de es Canar. Como última intervención, se actuaría hasta la entrada del pueblo donde hay obras pendientes ligadas a la ampliación de la depuradora que ejecuta el Govern.
En total, se han planteado cuatro fases, lo que supone actuar en casi 2,8 kilómetros de vía. Entre otras actuaciones, se crearán carriles bici separados con vallas para proteger a los usuarios.
La actuación del Consistorio, según explicaron ayer a través de un comunicado, tendrá otros beneficios como reducir el impacto visual que suponen los casi dos kilómetros de cables de varios servicios o la instalación de 230 balizas de luz.
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