1 de 4 | Los chicos de La Consolación con la ‘olibassa’ en Espai Cultural Can Ventosa de Ibiza ayer por la mañana. | Daniel Espinosa
2 de 4 | El presentador Vittorio Maganza durante la gran final de ayer por la mañana. | Daniel Espinosa
3 de 4 | Los estudiantes de La Consolación posan en el patio junto a la ‘olibassa’ que ya tienen en propiedad por haber ganado el concurso tres veces consecutivas, la de este año y otros premios. | Daniel Espinosa
4 de 4 | Los estudiantes de La Consolación posan en el patio junto a la ‘olibassa’ que ya tienen en propiedad por haber ganado el concurso tres veces consecutivas, la de este año y otros premios. | Luciana Giannini
La Consolación se hizo ayer una vez más con la olibassa al consolidarse como ganador de la gran final del Eivissàpiens 2018. El evento que daba por finalizada la XI edición del concurso que reúne a institutos ibicencos contó por primera vez con la participación de un centro educativo formenterence, el IES Marc Ferrer, quienes alcanzaron el tercer puesto.
La final celebrada durante la mañana de ayer en Can Ventosa tuvo sus momentos de tensión pero lo cierto es que ninguno de los contrincantes de La Consolación, el mencionado IES Marc Ferrer, el IES Agarb y el IES Santa Maria, estuvieron pisándole los talones al instituto de Ibiza que, con la de ayer, ya suma seis premios, de los que cuatro los ha ganado consecutivamente en los últimos años.
Los finalistas de los cuatro centros educativos tuvieron que responder preguntas de geografía, cultura, ciencias naturales, música, tradición e identificar imágenes de distintas especies de la flora autóctona.
Cuando los contadores marcaban 820 puntos para La Consolación, 490 para el Marc Ferrer, 760 para el Algarb y 470 para el Santa Maria apareció en escena el invitado especial que ya es toda una tradición del Eivissàpiens, Joan Murenu, quién de la mano de sus grandes éxitos como Anem a Sant Miquel o Jo tenc una enamorada animó a los estudiantes como si de una estrella de rock se tratase.
Pasado este momento ideal para distender la tensión, la recta final se presentaba como inevitable de la mano de la decisiva prueba final que otorgaría 50 puntos por respuesta acertada sobre 10 preguntas exclusivamente relacionadas con la posidonia. Por ejemplo, «¿qué diferencia hay entre posidonia o un alga?» y «¿qué arte de pesca es más perjudicial para ella?». Lo cierto es que para la pregunta 9: «¿Quin és el factor principal que condiciona la fondària a la qual poden arribar les praderies de posidònia?»; a la que los 4 finalistas responidieron unánimente que la opción correcta era la C: «La transparència de l'aigua», el panorama ya estaba definido con 1.170 puntos para los ganadores y 1.060 para el Algarb en un segundo puesto. Al llegar a la última «Quines normatives proteixen la posidònia oceànica? Directiva Hàbitats (Annex I); Reial Decret 139/2011; Conevi de Baerclona (Annex II); Conveni de Berna (Annex I)»; cuyas opciones eran: «A: Ninguna; B: Les Dues Primeres; C: Les dues ultimes; D: Totes quatre, aunque los únicos en contestar correctamente D fueron los del IES Santa María, con 770 puntos, los de La Consolación se confirmaron como ganadores un años más.
Explosión de alegría para los alumnos que sobre el escenario entonaron, una vez más, ‘la olibassa torna a casa' en referencia a haber realizado con éxito el concurso por cuarto año consecutivo, lo que implica que ya tienen un ejemplar de la lechuza pagesa en el instituto. La directora del centro, Marisa Roig, comentó a Periódico de Ibiza y Formentera que «estamos muy emocionados sobretodo por los niños, ellos siguen teniendo la misma emoción cada año. Es un concurso que hace colegio, hace piña, los niños se unen, estudian y se lo preparan con mucha ilusión.
Unas dos semanas antes tienen unas horas para estudiar por la tarde que aprovechan voluntariamente con la profesora María Costa, con quien preparan este concurso con mucha dedicación».
Por su parte, Irina, estudiante de 4º de ESO de la Consolación aseguró que «fue una experiencia inolvidable, fue genial. El apoyo de los compañeros es lo mejor». Ella misma fue la encargada de realizar la prueba de desempate del Uc con la representante del IES Santa Maria y afirmó que «es un grito típico ibicenco que se utilizaba en celebraciones o para comunica algo de un sitio al otro, aunque actualmente se pueden seguir escuchando que se tarde tiempo en preparar porque hay que ciudar la voz». Esta vez no les pisaron mucho los talones, pero quizás la prueba que «más les costó fue la escrita».
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