El Govern balear ya tiene en sus manos una propuesta del Ministerio de Hacienda para el nuevo Régimen Especial de Balears (REB), propuesta que supone una ligera rebaja sobre las aspiraciones de Balears ya que el ministro Cristóbal Montoro pone pegas a la subida del descuento aéreo al 75 por ciento, entre otros asuntos. Y pese a este matiz, fuentes del Govern y del Gobierno aseguran que las negociaciones avanzan a buen ritmo hasta el punto de que aventuran con la posibilidad de que el acuerdo se firme el próximo mes de abril.

El mutismo entre los negociadores es total «por responsabilidad», según aseguran desde ambas partes. En cualquier caso, el ambicioso documento que entregó Balears ya ha recibido una propuesta del Gobierno: hay rebajas y Montoro se resiste por ahora a aumentar el descuento al 75 por ciento, aunque los negociadores aseguran que no se descarta que el Gobierno acepte finalmente esta subida, ya que incluso podría incorporarse en los Presupuestos del Estado a petición de Nueva Canarias.

Mutismo absoluto

De lo poco que ha trascendido de la negociación, las fuentes consultadas señalan que el Ministerio ha superado las reticencias iniciales a incluir un fondo de insularidad. El ministro Montoro objetaba que la incorporación de este fondo le obligaba a incluir uno similar para Canarias, por lo que el dinero previsto inicialmente más que se duplicaba lo que pedía Balears. Las diferencias podrían salvarse con una referencia a que el fondo dependerá de las circunstancias presupuestarias.

Otra de las reticencias planteadas por el Ministerio tiene que ver con algunas rebajas fiscales propuestas en las Islas. Se da por hecho que se mantendrán las exenciones para los fondos de reserva de inversiones en sectores estratégicos para las Islas, como el audiovisual, náutico o el de energías limpias, pero hay dificultades para que el Gobierno acepte otras rebajas impositivas que incorpora el documento presentado por Balears.

Algunas fuentes señalan que desde el Ministerio se ha propuesto salvar estas discrepancias con una cláusula de salvaguarda, es decir, aceptar una parte de las rebajas fiscales que propone Balears, pero condicionarlas a su vez a que reciban el visto bueno de la Unión Europea, que es quien se opone a las diferencias fiscales entre las regiones.

Las negociaciones las ha estado llevando discretamente la consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, que se había marcado este mes como fecha tope para cerrar el acuerdo. Las negociaciones han ido un poco más lenta de lo esperado, pero aseguran que el documento de Montoro supone dar un paso adelante.