El PP y Ciudadanos, a través de sus grupos parlamentarios, se desmarcaron ayer de la huelga feminista del próximo 8 de marzo y del manifiesto de las organizaciones convocantes. Lo que sí harán será participar en la manifestación y en los actos que organicen las instituciones en las que participan.

La huelga marcará la semana política y, ayer, las instituciones ya organizaron actos de apoyo. El Govern balear, donde las mujeres son mayoría, la secunda. Según dijo el domingo la presidenta Armengol durante una debate en La Sexta Televisión, ese día (el 8 de marzo) «no habrá agenda pública» en el Ejecutivo. Es una verdad a medias ya que, ese día, una representación del Ejecutivo estará en la feria turística de Berlín, la ITB.

Més, Podemos y PSIB apoyarán explícitamente la convocatoria también en la actividad parlamentaria. No habrá mujeres de los partidos en las reuniones que se celebren ese día en la Cámara balear. El PSIB renunciará al equivalente a dos horas de su sueldo. Més y Podemos entregarán la parte proporcional a organizaciones de mujeres.

Según Margalida Prohens (PP) y Xavier Pericay, aún apoyando los motivos que llevan a la huelga, no comparten la fórmula, es decir un paro, y tampoco el contenido del manifiesto. Según Pericay, de C's, hay un «aire comunista» en el tono utilizado para formular las reclamaciones. El PP no comparte las críticas a la política del Gobierno central. Laura Camargo, de Podemos, indicó que su partido da un apoyo total a la huelga y dio por hecho que tampoco las mujeres que trabajan como administrativas en los despachos del grupo acudirán a trabajar ese día. Tampoco las de Més.