Hay muchos animales que tienen una predisposición miedosa o tímida ante situaciones desconocidas o amenazantes. La timidez es un recurso natural de supervivencia de los perros, no tiene una causa externa, siendo una particularidad del carácter.

En alguna ocasión tu mascota ha manifestado miedo a las tormetas, a los petardos o en el veterinario y ¿no sabes cómo has de reaccionar?

Una reacción de miedo desproporcionada ante un estímulo o conjunto de estímulos se denomina fobia, tiene una causa externa y es un problema serio de comportamiento difícil de solucionar.

Hay que evitar que el miedo se transforme en una fobia.

¿Cómo se comporta un animal frente a un miedo desproporcionado o fobia?

Intenta huir, se aplasta contra el suelo, se orina y/o defeca, busca un sitio donde resguardarse, tiembla, puede agredir sobretodo si se le imposibilita la huida, en algunas ocasiones ladran o gruñen al objeto de la fobia; se le dilatan las pupilas, sus oreja se disponen hacia atrás y suele meter el rabo entre las patas traseras.

Las principales fobias pueden ser a: personas, perros, ruidos (tormentas, petardos, electrodomésticos, fuegos artificiales…), agua, al veterinario, etc.

Origen de las Fobias

1. Una mala socialización del cachorro con todos estos estímulos.

2. Malas experiencias en edades tempranas relacionadas con el objeto de la fobia.

3. Sobreprotección o desprotección por parte del dueño (no es conveniente protegerle en exceso, por ejemplo cogiéndole en brazos cuando se acerca otro perro o, por el contrario, obligarle a hacer cosas impropias de un cachorro como saltar de grandes alturas).

Tratamiento

Es muy importante, por tanto, como prevención, una buena socialización con todo tipo de estímulos desde cachorros (sobretodo entre los 2-6 meses de edad). Desde muy pequeño debe jugar y relacionarse con otros perros y otros animales, se le tiene que exponer al contacto con distintas personas (hombres, mujeres, niños, ancianos…). También debe familiarizarse con los ruidos de los coches, de los aparatos eléctricos de casa, de los niños en los parques, del viento…Es aconsejable visitar a menudo a su veterinario que proporcionándole premios y caricias conseguirá que lo relacione con algo positivo.

En las Escuelas de cachorros parte de la terapia de comportamiento va encaminada que los animales tengan contacto con todos aquellos estímulos que les producen miedo para que lo procesen como algo natural y no suponga para ellos algo raro o extraño de manera que el cachorro se va acostumbrando a esos estímulos siendo animales muy equilibrados.

Además, existe en el mercado un cd que reproduce a distintos niveles de volumen sonidos como ruidos de tormentas, petardos, coches...

Este problema de comportamiento tiene una solución complicada, sobretodo cuando la fobia lleva manifestándose durante mucho tiempo.

Tratamiento general para las fobias:

Debemos ofrecer a nuestro animal una conducta tranquilizante que podamos imponer ante la respuesta fóbica, un ejemplo es pedirle que realice la orden de "junto" o "sienta". Si el estímulo es tan fuerte que no obedece a nuestras indicaciones y decide huir para resguardarse, no debemos interponernos en su camino pues podría agredirnos.

También es importante no potenciar el estado fóbico con caricias y palabras agradables, ya que con ello hacemos entender a nuestro perro que su actitud es adecuada.

No debemos castigarle o enfadarnos, ya que si cuando aparece el objeto de su fobia sucede algo malo (nuestro castigo), aumentamos su ansiedad.

La indiferencia por nuestra parte tenderá en muchos casos a tranquilizarle, pues pensará que si el resto de la "manada" no se altera es porque no pasa nada.

Otra técnica es la desensibilización. Consiste en exponer a nuestro animal al estímulo que le provoca la fobia empezando con un grado de intensidad leve y aumentándolo progresivamente. Siempre que el perro no muestra síntomas de miedo se le debe premiar enérgicamente. No debemos pasar de un nivel a otro superior si el anterior no está totalmente controlado. Si la fobia es a los ruidos podremos usar el cd anteriormente comentado.

También es adecuado el uso, durante todo el tratamiento terapéutico, de ansiolíticos que nos permitan tener un mayor control de nuestro perro.

Junto con los ansiolíticos podemos usar un producto llamado DAP (feromonas de apaziguamiento), a modo de collar o de difusor que consiste en un producto que se impregna en el aire del ambiente y relaja a nuestro animal. Esto es así porque durante el período de lactancia las hembras caninas segregan una sustancia en la glándula mamaria llamada feromona apaciguante, que cumple la función de calmar a los cachorros en situaciones de estrés producidas por entornos extraños para ellos o por nuevas experiencias. Las propiedades tranquilizantes de estas feromonas persisten en la edad adulta del perro.

También tenemos la opción de usar conjuntamente un producto llamado Zylkene, es un soporte nutricional a base de un compuesto de la leche de las perras que ha demostrado tener un efecto frente al estrés que manifiestan los perros en algunas situaciones como las fobias.

Un nuevo fármaco llamado Sileo, proporciona un efecto ansiolítico (no sedante) durante unas 6 horas, con lo que si sabemos que se va a producir fuegos artificiales, tormentas, etc, podemos usarlo antes de que el perro entre en un estado de ansiedad. Tanto las pautas de comportamiento como el tratamiento farmacológico ha de ser supervisado por un veterinario especialista en comportamiento animal. En casos de agresividad de los animales por miedo o fobia la esterilización está contraindicada.

Y recuerda que es muy importante detectar estos problemas en edades tempranas ya que en animales adultos la terapia de modificación de la conducta es mucho mas complicada de resolver. Consulta siempre a tu veterinario.