Aspecto actual de la Casa de sa Colomina, situada junto a la estación de autobuses Cetis. | Daniel Espinosa

La histórica Casa de sa Colomina, un edificio del siglo XIX, será la sede del futuro Casal de la Igualtat de Vila después de las obras de rehabilitación del inmueble que empezarán en breve y que tendrán una duración aproximada de unos seis meses y un coste de 416.000 euros.

La concejala de Territori, Elena López, presentó ayer este proyecto en rueda de prensa como «uno de los más emblemáticos de la legislatura» ya que aúna, según sus palabras, «la recuperación del patrimonio y el avance en políticas de igualdad». Las obras de rehabilitación de este edificio permitirán, además, devolverle su estado original recuperando estructuras, puertas y ventanas que habían sido tapiadas.

Una casa para la igualdad

La casa de sa Colomina, un edificio rural ubicado en pleno tejido urbano junto a la estación de autobuses Cetis, tiene una superficie útil de 255 metros cuadrados entre la planta baja y la primera planta. En la planta baja se habilitará un despacho, una sala de lectura con biblioteca relacionada con materia de igualdad y una sala de lectura que serán independientes del resto de la casa.

En la primera planta había un gran salón de bailes donde los propietarios de la finca celebraban bailes y que, tras las obras, se convertirá en una gran sala multifuncional y dos más pequeñas donde se podrán realizar exposiciones, charlas, proyecciones y diferentes actividades relacionadas con la igualdad. Además, en la parte exterior se hará una zona verde con arbolado de uso público.

Por su parte, la concejala de Igualtat, Carmen Boned, explicó que este «ambicioso» proyecto permitirá habilitar un espacio de convivencia entre instituciones, asociaciones y ciudadanos. El Institut Balear de la Dona del Govern permitirá que una trabajadora social atienda las consultas sobre la violencia de género a través del programa ‘Reacciona'.

Además, los diferentes espacios de la casa podrán ser utilizados por las diferentes asociaciones para realizar sus reuniones y actividades.

La Casa de sa Colomina, cerrada durante varios años, es propiedad municipal desde hace una década pero perteneció a la familia Wallis.