El pasado jueves la actriz canaria afincada en Ibiza Doralice Souza inauguró la exposición Mèdousa de pinturas en la Sala de Es Polvorí de la Fundació Baleària de Dalt Vila.

El evento también fue aprovechado para presentar oficialmente el catálogo de dicha muestra en el que han colaborado diversas personalidades del mundo cultural de las Islas Baleares, como la consellera de Cultura, Participació i Esports del Govern de les Illes Balears, Fanny Tur, la crítica de arte Nuria del Río Pinto, Gudi Moragues, Toni Torres y Joan-Albert Ribas.

Mèdousa fue expuesta por primera vez en el mes de mayo del recién terminado año 2017 en el Casal de Cultura de Can Gelabert de la localidad mallorquina de Binissalem y en el mes junio se inauguró en el Centre d'Art Tallers d'Ivars del pueblo alicantino de Benissa. Ahora, tras su inauguración en Ibiza, Doralice Souz recibió a Periódico de Ibiza y Formentera en el mismo espacio cultural Es Polvorí.

—¿Cuál es el origen de su atracción por las medusas?

—Me atraen estéticamente y porque representan la simplicidad de vivir. La gente les tiene miedo, pero a la vez son fascinantes. Investigué para ver qué discurso encontraba y lo relacioné con el pensamiento de simplificar la vida. Yo que soy una persona que siempre me complico mucho y le doy demasiadas vueltas a todo. La medusa hace millones de años que vive y no tiene ni corazón ni cerebro. Cuando leí esto pensé que era un discurso artístico muy bueno porque es algo que todos querríamos aplicar a nuestra vida. Seguramente, todos queremos complicarnos menos y dejarnos arrastrar por la corriente.

—De la parte estética, ¿qué le gusta?

—Las transparencias. Siempre en la obra que he hecho hasta ahora he trabajado con ellas, aplicando muchas capas. Encontré que la medusa era muy etérea y que a esto le podía sacar mucho partido.

—¿En otras series anteriores también trabaja sobre otros seres vivos?

—Sí. En la serie Metamorfosis, la mariposa significaba para mí la adaptación a la vida. A lo largo de mi carrera, mi obra siempre ha estado basada en cosas sobre las que necesito reflexionar o entender.

—¿Su serie Espacios interiores también era una búsqueda interior?

—Sí. Era sobre la búsqueda de ese sitio que todos tenemos dentro cuando necesitamos estar con nosotros mismos, mirar hacia adentro y reflexionar. En este caso, el lenguaje pictórico eran espacios interiores, una arquitectura abstracta también con transparencias.

—¿Cree que ha conseguido desarrollar un lenguaje propio?

—Posiblemente. He desarrollado un lenguaje donde predominan las transparencias y donde la forma de aplicar la pintura sobre el lienzo es muy abstracta pero a la vez figurativa.

—¿Le ha influido mucho el Mediterráneo?

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—Nací en Las Palmas de Gran Canaria, pero con pocos meses vine a Ibiza y mi sentimiento de conexión con el mar es una constante. Con 16 años empecé a trabajar de marinera, me he casado con un capitán de la Marina Mercante y hemos creado una empresa de chárter de barcos. Además vivo delante del mar, en Caló des Moro, por lo tanto es una conexión esencial.

—¿Cómo ha sido su proceso creativo hasta llegar a esta exposición?

—Para Mèdousa he trabajado mucho durante tres años, estudiando fotos, haciendo pruebas, hasta que finalmente encontré el lenguaje que creía era el idóneo.

—¿Cuántas obras nos presenta en esta muestra?

—Son unas treinta obras. Las hay de gran formato, de 4 metros por 2 metros, y otras muy pequeñas de 25 por 25 centímetros. Todas ellas están creadas sobre diversos soportes como el lienzo, el papel o la madera pintados con acrílico.

—En la exposición hay una serie totalmente opuesta al resto de los cuadros, ¿Por qué?

—Es una serie de arte urbano que inicié en un mural en el Mercat Vell del barrio de la Marina de Ibiza. Se trata de una pintura más fresca, descarada e irreverente que contrasta con el resto de la exposición, que es más seria, densa y profunda

—¿Cuál es su próximo proyecto?

—Principalmente llevar esta exposición, Mèdousa, a la Torre del Verger en Alicante en octubre del año que viene. Quisiera destacar la gran labor de la Fundació Baleària y del gestor cultural Toni Torres Martorell al apoyar a los artistas de todo Baleares y hacer posible que esta exposición fuera itinerante.

LA CITA

Hasta: 30 de enero de 2018

Lugar: Sala Es Polvorí de la Fundació Baleària. Baluard de Santa Llúcia. Dalt Vila.

Horario: De martes a domingo de 10.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 19.30 horas.

Precio: Gratis