La playa de ses Salines fue el lugar escogido por decenas de personas para darse el primer chapuzón del año. Foto: D. ESPINOSA | Daniel Espinosa

Los usuarios de la carretera de Santa Eulària y, especialmente, los vecinos de Ca na Negreta padecen temblores y escalofríos desde que se enteraron hace dos días que la empresa Vías y Construcciones, responsable de la remodelación de la travesía de Jesús (la mayor chapuza viaria que se recuerda en la isla en los últimos tiempos), ha presentado la oferta más barata para llevar a cabo el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària. Muchos ya se imaginan que si en menos de un kilómetro fueron capaces de perpetrar tal pegote en Jesús, qué no harán con un proyecto presupuestado en más de 17,1 millones de euros y que ellos se ven capacitados para realizarlo por 10,8 millones.

Habrá que confiar en los técnicos del área de Mobilitat del Consell d'Eivissa, que son los encargados de elaborar los estudios que determinarán cuál es la mejor oferta teniendo en cuenta tanto criterios técnicos y económicos. Ojalá alguien les haga llegar las fotos de los baches y los hundimientos de la travesía de Jesús para que lo tengan más claro.

Mientras, la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) intenta hacer ver al equipo de gobierno de Sant Antoni que las restricciones horarias que pretende implantar este verano en el West End no son la mejor solución para arreglar los desmanes que allí se producen y presentarán alegaciones a la nueva ordenanza municipal. Les será muy difícil que el tripartito, empecinado en que cuantos más locales de ocio cierren mucho mejor para el pueblo, cambie de opinión.

Y en Can Misses han empezado el año con una nueva baja en el equipo directivo. En este caso fue el director médico del Área de Salud, Pedro Fernández, quien ha renunciado al cargo alegando motivos personales. La misma razón que esgrimieron en septiembre tanto el exgerente de Can Misses, Pep Balanzat, como la exdirectora de Enfermería, Carolina Giménez.

Destacar también la ocurrencia del diputado de Més per Mallorca David Abril quien, aquejado quizás aún de los excesos de Nochevieja, ha propuesto limitar los debates en el Parlament para evitar cuestiones no previstas en el Estatut o que creen especial confrontación. Básicamente lo que pretende Abril es que sólo se hable de lo que a él y a su grupo les dé la gana. Demócratas se hacen llamar.