Con puntualidad inglesa Sus Majestades de Oriente arribaron ayer a las 18:30 horas a la estación marítima de Sant Antoni donde sus carrozas, las 26 bailarinas de Danza del Vientre del Estudio de Danza de Adrián Pineda que acompañaron a Baltasar a lo largo de la caminata, una Minnie en la dulce espera que aguardaba ansiosa la llegada de Mickey y de Melchor, y los casi 30 músicos de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo de Vila tenían todo preparado para su triunfal desembarco. Esta banda de Vila lo dio todo «para animar las fiestas y alimentar la ilusión de los niños» de la mano de temas como Despacito, La vida es un carnaval, Amigos para siempre y A mi manera. Vicent Nadal, presidente de la cofradía Nuestro Padre Señor Cautivo, quiso aprovechar la ocasión para agradecer al Ayuntamiento de Sant Antoni que por octavo año consecutivo «apostara por la gente joven un año más; son unos de los pocos que cuentan con las agrupaciones de Ibiza porque los demás no tienen ni el valor de invitarnos a tocar. Mañana -por hoy- también tocaremos en Jesús; aunque siendo de Ibiza venir hasta aquí para poder tocar es un poco triste».

Una vez acomodados en sus carrozas los monarcas emprendieron la cabalgata que vigilaron 12 agentes de Protección Civil, unos 8 policías locales y alrededor de seis guardias civiles encargados de asegurar el perímetro. En esta ocasión la comitiva real repartió mil kilos de caramelos a las ilusionadas familias que acudieron a su encuentro. Aunque en realidad, más de un pequeño deseó no perderse la cita para asegurarse así de que las bicis o los futbolines incluidos en las misivas enviadas durante últimos días llegaran a su destinatario sanas y salvas.

Una hora más tarde de su llegada a puerto los Reyes Magos comenzaron a ascender por el Carrer Ample donde tras un parón de unos 15 minutos continuaron su travesía a pie donde Melchor, Gaspar y Baltasar no dudaron en sacarse fotos y ‘selfies' con familias enteras y con los más pequeños del pueblo que no podían salir de su asombro.

Una entrañable ofrenda

El desembarco de Sus Majestades de Oriente de este año en Sant Antoni contó con la ofrenda al Niño Dios en la abarrotada iglesia del pueblo donde fueron recibidos por el párroco para hacer entrega, tras una lectura del Evangelio de San Mateo, del oro, el incienso y la mirra ante la atenta mirada de los niños que atónitos se agolpaban detrás de los recién llegados para no perderlos de vista ni un instante.

Tras otro pequeño recorrido por el pueblo los mayores representantes de la realeza a nivel mundial llegaron a la carpa del Passeig de ses Fonts donde fueron recibidos por el alcalde Pep Tur ‘Cires' quien les hizo entrega de las llaves de la ciudad, les deseó una buena noche de trabajo y les pidió que ningún niño del municipio se quedara sin regalo.