El protagonista de la última entrevista del año es el alcalde de Santa Eulària des Riu, Vicent Marí Torres (Santa Eulària, 1965), que encara la recta final de su tercer mandato al frente del consistorio. Diez años en política que no parecen tener fin ya que Marí está considerado el máximo aspirante a encabezar la lista del PP al Consell d'Eivissa. Él ni lo confirma ni lo desmiente pero cualquier otro nombre sería toda una sorpresa para el electorado. El alcalde de Santa Eulària también es una de las voces que más fuerte se hacen oír en contra de las políticas que la izquierda lleva a cabo tanto en el Govern balear como en el Consell d'Eivissa.
—¿El Consell d'Eivissa y el Govern balear discriminan a los ayuntamientos del Partido Popular?
—Es una evidencia. Son instituciones que están gobernadas por la izquierda y, desafortunadamente, piensan más en sus problemas internos que en los ciudadanos. Todas las cuestiones que llevan adelante las piensan de una manera partidista y se olvidan siempre de Santa Eulària, es un hecho.

—¿Cree que, por ejemplo, el reparto del dinero del impuesto sobre el turismo sostenible se hace para contentar a los ayuntamientos o administraciones del mismo color político y no por criterios técnicos?
—Es evidente que el reparto se hace desde Mallorca, con criterios únicamente políticos y la verdad es que Ibiza ha sido la gran olvidada. Y no tienen suficiente con la imposición de la ecotasa que ahora la duplican. Creo que es una política errática de la que los gobiernos de izquierda ya nos tienen acostumbrados.

—El Ministerio de Hacienda ha enviado una carta al Govern porque prevé que sobrepase la regla de gasto. ¿Le sorprende?
—No porque el gasto excesivo y los gobiernos de izquierda siempre van de la mano. Siempre digo que hay que gastar con moderación en lo que hace falta y sabiendo lo que se tiene para gastar. Antes de llevar a cabo un gasto excesivo hay que tener primero los ingresos. Desde la pasada legislatura hasta la actualidad el Govern ha aumentado su presupuesto en mil millones. ¿Dónde han ido a parar? A Ibiza, muy pocos.

—Santa Eulària cuenta ya con el solar para un nuevo colegio. ¿Cree que también deberán adelantar el dinero para su construcción o lo asumirá todo el Govern?
—Santa Eulària es un municipio que crece, que necesita infraestructuras educativas y desde el Ayuntamiento ya hemos hecho los trámites urbanísticos necesarios para conseguir el terreno donde se construirá el cuarto colegio del pueblo. Antes se deberá ampliar el colegio de Sant Carles pero estamos a la espera de que nos envíen el proyecto constructivo. El dinero para esta ampliación lo pondrá Santa Eulària y espero y confío que la financiación del cuarto colegio venga del Govern, que es a quien le toca, porque a veces nos olvidamos que nosotros hemos tenido que pagar un instituto, un colegio y una ampliación. Nuestra cuota de solidaridad ya la hemos cubierto y con mil millones más de presupuesto tendría que bastar para atender infraestructuras básicas como las educativas.

—¿Se está aprovechando el Govern de esta buena predisposición? ¿Sólo ocurre en Ibiza o también pasa en otras islas?
—Esta legislatura creo que es algo que se está convirtiendo en habitual. Es un agravio comparativo porque me consta que en otros lugares el Govern es quien financia estas infraestructuras, por lo que es injusto que los ibicencos tengamos que destinar parte de nuestro presupuesto municipal a financiar unas competencias que nos corresponde.

—Estamos acabando 2017 y en Ca na Negreta no se ha movido un palmo de tierra para empezar la nueva carretera. ¿Se lo temía?
—La carretera de Santa Eulària es el cuento de nunca acabar. Quiero confiar que en 2018 se empiecen las obras de esta necesaria y esperada carretera. Se ha dado demasiado vueltas al asunto, es hora de concretar y espero que se inicien las obras en 2018, pero me lo creeré cuando lo vea. Sé que las ofertas de las empresas se han presentado pero los trámites se alargan y es desesperante.

—El Consell dijo que el último hundimiento en la travesía de Jesús se arreglaría antes de que acabara el año. ¿Tiene alguna noticia?
—Antes de que acabe el año es evidente que no se arreglará. Esta carretera se hizo de manera apresurada, no se hizo un buen seguimiento y el resultado es que se hunde continuamente. Requerirá de un nuevo saneamiento y que se arregle de una vez por todas. Es vergonzoso

—2017 ha sido un año negro en las carreteras ibicencas y la carretera de Santa Eulària a Sant Carles es un punto negro. ¿Se verán mejoras en ella en 2018?
—Esta es una carretera que requiere de actuaciones en seguridad, ya sea dotándola de más señalización o de elementos disuasorios como radares, más iluminación o construir alguna rotonda, además de un proyecto a largo plazo para ampliarla y dotarle de un arcén que ahora mismo no dispone. Es una carretera muy transitada y que requiere de medidas de seguridad importantes.

—Uno de los proyectos más importantes en los próximos años para el Ayuntamiento de Santa Eulària es la reforma de la carretera de es Canar.
—Esta es una vía de competencia municipal y tenemos previsto su reforma integral en varias fases. La primera de ellas, que esperamos tener lista antes del verano, es la rotonda del cruce con s'Argamassa, mientras que la segunda fase será la ampliación de la carretera desde este cruce hasta la entrada de es Canar soterrando todos los tendidos aéreos y dotándola de un carril bici y alumbrado. Y posteriormente se hará la fase entre s'Argamassa y Santa Eulària. Es Canar es una zona turística muy importante y mucha gente utiliza esta carretera, no sólo en coche sino también en bicicleta y a pie, por lo que toda la inversión que se pueda llevar a cabo para mejorar su seguridad es más que necesaria.

—Un proyecto que sí que parece que se retrasa es la peatonalización de Sant Carles. ¿En qué estado se encuentra?
—La peatonalización de Sant Carles es posible gracias a que el Ayuntamiento hizo las obras de circunvalación y los vehículos pueden cruzar el pueblo sin necesidad de pasar por el centro urbano. La carretera es propiedad del Consell, estamos pendientes de que nos ceda este tramo para poder actuar y en breve convocaremos un concurso de ideas para ver cuál sería la mejor opción para hacer una obra que sea del agrado de los vecinos.

—¿De qué depende que el Consell les ceda la carretera?
—Son trámites burocráticos y de voluntad política. Desde el Ayuntamiento estamos absolutamente de acuerdo porque se aprobó una moción por unanimidad de todos los grupos. Entiendo que desde el Consell lo que falta es ponerse a trabajar y ceder este tramo de carretera al Ayuntamiento para peatonalizar el pueblo de Sant Carles.

—¿Le quita el sueño la denuncia del empresario Francisco Vilás?
—-La verdad es que no. El Ayuntamiento tiene por norma tramitar todos los expedientes que presentan los particulares; algunos tardan más y otros tardan menos y ya nos gustaría ir más rápido pero la administración tiene estas cosas. Esto es la lucha de un empresario en contra de un proyecto que no quiere que le haga competencia. Es legítimo, todo el mundo tiene derecho a quejarse, a protestar y a reivindicar pero creo que se ha equivocado de camino porque ha empleado la vía penal cuando la que toca es la administrativa.

—¿Santa Eulària ha actuado correctamente en la tramitación del nuevo complejo sanitario de Jesús?
—Yo entiendo que sí. Hemos sido completamente transparente porque todo el que lo ha pedido ha podido ver el expediente. Es una cuestión complicada porque no depende exclusivamente de la autorización del Ayuntamiento; no olvidemos que el interés general lo ha dado el Consell. Hasta la fecha el Ayuntamiento no ha dado ninguna autorización por lo que creo que es precipitado ir denunciando para amedrentar y coaccionar a los políticos y los técnicos. Es desproporcionado y está fuera de lugar.

—¿Cuándo empezará Santa Eulària a recibir agua desalada?
—Espero que el agua desalada sea una realidad en 2018. La desaladora ya está construida y lo único que queda es que se ponga en marcha. Ahora el agua podría llegar a todo el núcleo de Santa Eulària y estamos acabando las obras de la arteria norte, por lo que confío que el próximo verano la gran mayoría de zonas de Santa Eulària reciban agua desalada.

—¿Tendrán que pagar más los vecinos cuando reciban agua desalada?
—Evidentemente el agua desalada será de mayor calidad que la de ahora, que proviene del subsuelo y tiene algunos componentes químicos que en algunos casos nos da problemas. Será un agua que costará más de producir y esto lo notará el recibo. Intentaremos que el impacto del agua sea el mínimo posible pero se tendrá que repercutir, como mínimo, el coste de producción.

—¿Da por perdido el dinero del traslado de los lodos de la depuradora?
—Seguiremos insistiendo en esta cuestión y es una muestra de cómo funcionan las instituciones gobernadas por la izquierda. Ante un problema de otras administraciones fue el Ayuntamiento el que tuvo que solucionarlo tratando los fangos en fincas y enterrarlos con restos de poda para evitar los problemas de olores. Lo hicimos y se nos dijo de palabra que no nos preocupáramos porque se nos compensarían estos costes pero a día de hoy no se nos ha pagado. Muchas buenas palabras pero pocos hechos.

—De cara al año que viene han aprobado una bajada del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). ¿No lo notarán los servicios que presta el Ayuntamiento?
—No. Nos comprometimos en bajar el IBI al mínimo legal a lo largo de esta legislatura que es el 0,40%. El año que viene quedará en un 0,42%, ya estamos próximos, y no tendrá un impacto sobre los servicios que ofrecemos. Somos un municipio muy activo económicamente y el Ayuntamiento está obteniendo ingresos por otras vías. Es una bajada que favorecerá a todos los ciudadanos que tienen propiedades en el municipio y creo que es justa.

—Muchos ven en usted al máximos aspirante a liderar la lista del Partido Popular al Consell. ¿Es un proyecto político que le ilusiona o lo descarta?
—Queda alrededor de un año y medio para las próximas elecciones y estoy centrado y concentrado en la gestión del Ayuntamiento de Santa Eulària. Tenemos muchos proyectos que llevar a cabo y no estoy pensando en otros proyectos políticos. Quizás el año que viene por estas fechas la situación cambie pero ahora ocupo todo el tiempo en las iniciativas que tenemos en marcha en Santa Eulària y no hay nada que me desvíe de esta atención.

—¿No lo descarta, entiendo?
—Ni digo que sí ni que no. Simplemente no es algo que tenga trazado en la hoja de ruta. Estoy muy contento y me siento muy bien trabajando para los vecinos de Santa Eulària. Quizás no me crea pero no pienso en otra cosa. No es una cuestión que me preocupe.