El Consistorio ha denegado las alegaciones formuladas por el negocio, que aseguró que se trataba de un hecho «puntual y espontáneo» promovido por los clientes.
El expediente sancionador fue iniciado después de que la Policía Local se personara el pasado 2 de julio, sobre las 20.45 horas, y comprobara que en la terraza y alrededores había unas 100 personas y un grupo en plena actuación. Los agentes levantaron un acta de inspección, constatando que se estaba haciendo uso de un dominio público sin permiso y sin informar sobre las medidas de seguridad existentes. A pesar de los avisos, a las 22.55 horas la fiesta todavía continuaba.
Así, los hechos se consideraron una infracción «muy grave» del artículo 104.2 de la Ley 7/2013 de Régimen Jurídico de Instalación, Acceso y Ejercicio de Actividades de Baleares, ya que supone una actividad no permanente sin contar con los permisos necesarios. La infracción puede sancionarse con multas de entre 10.000 y 100.000 euros y en la imposición de la sanción se ha tenido en cuenta la intencionalidad al no haberse parado la fiesta, ha explicado el Ayuntamiento.
En sentido contrario, ha destacado, no se ha aplicado la multa en su tramo mayor al no considerar la existencia de un peligro evidente e inmediato para las personas o medio ambiente.
Por último, el pasado septiembre se inició el periodo de alegaciones y el propietario aseguró que era un hecho «puntual», aunque se pudo demostrar que el evento se había publicitado desde mayo.
2 comentarios
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Yo lo que no entiendo es cómo hay gente aun que se atreve a montar estos saraos sin pedir permiso. Es que se pueden hacer pidiendo el correspondiente permiso. Simplemente lo que no se puede es hacer lo que te da la gana en una playa pública.
Muy bien por Santa Eulalia. Lo que hacía está gente no tenía nombre!!