Recardo Patrick emprendió un trayecto en 1982 desde Manchester a Ibiza para quedarse. Entonces vino invitado por el magnate de la diversión ibicenca Brasilio de Oliveira que, enamorado de su música, lo enroló en el mundillo. Recardo comparte con el PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA los detalles del proyecto social que desea llevar a cabo para la isla. El propietario del concepto Boogie in Wonderland, de Heart, se adelanta a las preguntas, habla con naturalidad sobre sus merecidos logros y sobre la época en la que su vida artística se asemejaba a la de Michael Jackson, con quien compartió escenario 6 meses antes de su muerte.

—¿Cuál fue su relación con Michael Jackson?
—Principalmente artística, pero también personal porque mi vida ha sido muy parecida a la suya. En mi caso no fui criado por mis padres. Sufrí mucho durante mi infancia y la soledad me llevó a cantar y a bailar, y resultó que lo hacía como Michael. Tenía su edad también, empecé a ganar concursos y saqué mi primer disco con solo 15 años, cantando para la banda setentera Sweet Sensation. La última vez canté junto a él en el Estadio Olímpico de Munich frente a 70.000 personas y 6 meses después murió.

—En sus trabajos ha colaborado con grandes de la música, háblenos de ello. —He participado y desarrollado muchos shows y eventos para cantantes de la talla de Prince, Elton John, Freddy Mercury, Andrea Bocelli o Whitney Houston, con la que actué en Londres dos años antes de su fallecimiento. Pero también con artistas españolas como Montserrat Caballé, Mónica Naranjo o Marta Sánchez.

—Además de la música, se dedica a proyectos de caridad y a negocios inmobiliarios en Inglaterra. ¿Qué planes tiene en mente para Ibiza?
—Organizo eventos en los que reúno a grandes estrellas. Además, soy el vendedor número uno de discotecas y bares en Inglaterra, a día de hoy. Formo parte de la Paget's Association en Manchester, una organización no lucrativa que actúa ante la enfermedad ósea de Paget, la cual padezco. La idea es reunir todo lo que hago y hacer un llamamiento a la implicación política en los eventos de la isla para una finalidad social.

—Explíquenos, ¿a qué proyectos e implicación política se refiere?
—Hablo de una propuesta en la que estoy trabajando ahora y que va a llevar unos años más construir. Mi evento de los sábados en Heart, Boogie in Wonderland recoge la esencia de Studio 54, de la década de los setenta; ése era el primer paso para lo que estoy desarrollando. Durante este segundo año estamos implantando lo que está siendo un espacio live art en la fiesta de los sábados. Pero el siguiente reto es crear un evento, más bien perfilado como festival, con un claro objetivo benéfico y dirigido a solicitar una implicación política en los problemas sociales. Es por ello, que estoy trabajando para invitar a la isla a Barack Obama el próximo año y celebrar cenas de carácter benéfico con celebrities. Sobre el tema social a tratar, pues lo que he vivido en mis propias carnes, los problemas derivados de la soledad infantil y también el eterno conflicto del agua. El concepto en sí se lleva realizando en Gran Bretaña y de forma particular en Austria, donde hago un evento cada año para Proseecco Event Ischgl, en el marco incomparable de los Alpes. Los Charity Events son famosos y es hora de presentarlo en casa.

—¿Es posible importar esta experiencia a la isla? ¿Ha dicho en casa?
— Aquí es muy difícil conseguir la implicación política en eventos de este tipo. Por eso, hay que traerlos de fuera. Esta isla es muy competitiva, empezar es muy difícil, pero por suerte tengo un gran equipo de trabajo y, por supuesto, contactos. Aunque compagino trabajo entre UK y Austria, Ibiza es mi verdadero hogar. El último tema que realicé Can't stay away fue grabado aquí y todos mis temas se escuchan en Heart. Amo Ibiza y Formentera.

—Entonces, ¿cuál es el mensaje que quiere enviar?
— La visión es que quiero organizar un festival con las premisas que he explicado y con una implicación política real, para que la gente que sea testigo recuerde y se guarde en el corazón a la isla.