Pese a que la zona se mantiene acordonada hubo quien no pudo resistirse a acercarse a ver a los patos, que ya nadan en el río de nuevo. | A. M.

El origen de la contaminación del río de Santa Eulària sigue siendo una incógnita. Después de que el pasado viernes se acordonara la zona afectada como medida de precaución por un supuesto vertido de fecales, que pronto se descartó, y de la limpieza que se hizo el fin de semana el Ayuntamiento de la Villa del Río espera tener en las próximas horas los resultados de los últimos análisis para conocer a ciencia cierta el origen del mal estado del agua, de aspecto blanquecino.

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La hipótesis que gana más terreno es la del afloramiento de ‘cianobacterias', organismos presentes en aguas estancadas y conocidos comúnmente como microalgas. Así lo reiteraron ayer desde el Consistorio tras descartar desde el principio la sospecha de un vertido fecal. «A juicio de los técnicos, la ‘cianobacteria' se trata de la opción más probable pero no podemos afirmar eso hasta que no tengamos los resultados de los análisis. También se baraja la posibilidad de un ‘vertido' fitosanitario, algo más remota pero que estamos analizando», explicaron desde el Ayuntamiento de Santa Eulària sobre el probable origen de la contaminación sin querer precipitarse hacia una opción en concreto.

El cordón de seguridad del río también se mantendrá «hasta que no haya pruebas evidentes sobre el foco causante de esta situación». «Mientras no sepamos lo que es, se mantendrá la zona de control para evitar el paso como medida de precaución», apuntaron desde el Ayuntamiento de Santa Eulària.