Convertido en uno de los iconos de Formentera, el faro de la Mola se levanta en el extremo oriental de la isla y la parte más elevada, un impresionante acantilado que mide más de 120 metros de altura desde donde se puede observar la inmensidad del mar.

Este faro, el más antiguo de la Pitiusa menor, lo mandó construir la Reina Isabel II y, tras ser proyectado por el ingeniero Emili Pou, fue inaugurado el 30 de noviembre de 1861 tras dos años de obras.

El primer aparato luminoso consistía en una óptica catadióptrica fija de segundo orden y una lámpara moderadora de aceite tipo Degrand que emitía una señal con un alcance de 18 millas. En 1928 se instaló una óptica de rotación procedente del faro de Formentor adaptada a la entonces moderna tecnología francesa que permitía acelerar el movimiento giratorio y reducir el tiempo entre destellos. Una óptica que todavía presta servicio en la actualidad, con destellos aislados cada cinco segundos.

En 1970, el faro de la Mola se electrificó tras sustituir las antiguas lámparas de petróleo por una lámpara trifásica eléctrica de 3.000 watios y dos grupos electrógenos como sistema de emergencia. Su linterna poligonal de doce lados es la única de este tipo que permanece todavía operativa en Balears ya que en el resto de faros se fueron instalando linternas cilíndricas, de cristales curvos y montantes inclinados.

Durante los 156 años que lleva iluminando este trozo del Mediterráneo, el faro de la Mola solo ha sido apagado en dos ocasiones, coincidiendo con la Guerra de Cuba y la Guerra Civil española. En julio de 1898, el temor a una posible incursión de la Armada estadounidense hizo que se tomara la decisión de apagar todos los faros de Balears, que debían de quedarse a oscuras durante cinco días. Sin embargo, un fuerte temporal, con vientos del oeste o suroeste pasados los Freus, fue el responsable de que la orden de encendido llegara aquí con dos días de retraso, lo que da una idea del grado de aislamiento que sufría la isla de Formentera en general y el faro de la Mola en particular.

Unas condiciones que vivieron sus momentos más dramáticos durante la Guerra Civil española. A finales de 1939, los torreros de la Mola remitieron varias cartas para que se les facilitara harina con la que poder hacer pan, ya que la barca que tenía que abastecerle desde Ibiza no siempre les podía traer los productos esenciales para sobrevivir.

Un monolito levantado en 1978 frente al faro homenajea al escritor Julio Verne, quien en su novela ‘Héctor Servadac', publicada en el año 1877, cuenta la historia de un grupo de personajes que viajan durante dos años a través del sistema solar encima de un cometa, inspirándose en los paisajes lunares de la Mola donde transcurre la acción.

→ Más información en la página web www.farsdebalears.com

¿ SABÍAS QUÉ . . . ?

Durante la Segunda Guerra Mundial, el farero de la Mola rescató a un aviador alemán que se estrelló a escasos metros

La noche del 11 de mayo de 1944, un bombardero alemán que participaba en la Segunda Guerra Mundial se estrelló a unas dos millas del faro de la Mola. Minutos después del accidente, José Gradaille, torrero de este faro, acudió rápidamente en su xalana hasta el lugar donde flotaba el avión y consiguió sacar de la aeronave al único miembro de la tripulación que consiguió sobrevivir al impacto.

El superviviente era el piloto, a quien el farero pudo salvar del interior del bombardero y subirlo a duras penas por el escarpado camino que unía la costa con la Mola.

Una vez en el faro, Gradaille proporcionó alimento, ropa y cobijo al piloto alemán, quien al día siguiente fue trasladado a la base de hidroaviones que había en esos momentos en el Estany Pudent, desde donde fue repatriado a su país.

Por este heroico rescate, la Embajada alemana en España decidió otorgar a este técnico de la Mola un diploma en reconocimiento por el salvamento del militar alemán, así como una recompensa de mil pesetas, una cantidad de dinero apreciable para la época.

FICHA

Latitud N: 38º 39,797'
Longitud E: 001º 35,035''
Alcance nominal: 23 mn
Altura sobre nivel del mar: 142 m.
Apariencia luminosa: Destellos cada 5 segundos.
Apariencia diurna: Torre sobre casa blanca, 22 metros.