Cervezas por 2 euros y medio, vasos multifrutas y bocadillos por 5 (o dos por 8 euros); toallas por 18 euros, sombreros y gafas de sol por 15... Incluso masajes de 20 minutos de duración por 20 euros. Es el gran bazar ilegal de la paradisíaca playa del Parque Natural de ses Salines de Ibiza, donde en los últimos años se ha disparado la venta ambulante de manera directamente proporcional al incremento de los bañistas.
Para muchos veraneantes resulta «agobiante» la presencia masiva de estos mercaderes itinerantes, para otros es «una ocasión de comprar a buen precio sin salir de la playa». Lo cierto es que esta actividad fuera de regulación supone una competencia desleal respecto al resto de comercios y restaurantes de la zona, que ya están más que acostumbrados a su presencia. Muy a su pesar.
Según explicaron desde varios concesionarios de hamacas, la relación es cordial con la mayoría de vendedores, a muchos de los cuales conocen de otras campañas, «menos cuando entran en la zona acotada y molestan a los clientes».
Desde las 11 de la mañana, varias decenas de vendedores recorren la playa de punta a punta ofreciendo sus productos. Son tantos que, en ocasiones, incluso se estorban a la hora de negociar. En determinadas zonas se observan corrillos de personas –mujeres en su mayoría– mirando y probándonse prendas de moda que previamente han exhibido en la improvisada pasarela dunar las jóvenes comerciantes.
Buena parte de los vendedores pertenecen o son cautivos –como ocurre en el mundo de la prostitución– de grupos organizados a quienes deben rendir cuentas. Otros muchos ven en la venta de bebidas y alimentos o de artículos y accesorios de moda una oportunidad laboral o el único modo de llevar ingresos a casa. En concreto, para los inmigrantes sin papeles es su único modo de subsistencia. O eso o trabajar en negro para terceros.
Desbordados
Las autoridades del municipio se ven desbordadas –hay otras zonas por controlar como Platja d'en Bossa, Platges de Comte o Cala Bassa– y han centrado sus prioridades en otras cuestiones más relacionadas con la seguridad de residentes y turistas. La persecución de los vendedores ambulantes se reduce a unas cuantas redadas durante la temporada por parte de la Policía Local de Sant Josep, en colaboración con la Guardia Civil. Una de las más importantes el pasado año tuvo lugar en septiembre, cuando un operativo policial formado por una docena de agentes denunció a una quincena de personas e intervino una gran cantidad de material en la playa. Cuando los agentes sorprenden a alguno de los vendedores, les requieren el material que llevan y les denuncian por incumplimiento de las ordenanzas que prohiben la venta ambulante en el municipio. Además, los agentes de la Guardia Civil identifican y comprueban si los individuos esconden cualquier otro material o sustancia estupefaciente.
Pero según la administración local, se trata de un fenómeno de muy compleja solución ya que no existe la posibilidad de detener a los vendedores. Aunque se abren expedientes sancionadores (de unos 300 euros), la mayoría de veces acaban en nada al no hallarse al infractor.
LA NOTA
La Policía de Sant Josep cuenta con 4 efectivos menos que el pasado año
A la falta de efectivos en la Policía Nacional o la Guardia Civil se une la carencia de agentes de refuerzo en la Policía Local de Sant Josep. Según explicó la primera teniente de alcalde de la corporación, Paquita Ribas,
este verano todavía no han podido cubrir cuatro plazas de agentes que se han trasladado al municipio de Sant Antoni. Según la edil socialista, esta misma semana esperan que el Govern balear cubra esas cuatro plazas con agentes del bolsín. El cuerpo municipal cuenta con 38 agentes fijos y 11 refuerzos de verano, cuando la temporada pasada fueron 15. En cuanto a la persecución del intrusismo, Ribas reconoció que en el caso de los vendedores ambulantes «se han dado cuenta de que las sanciones administrativas no son un problema». «Las sanciones son de 300 euros y cuando acaba la tramitación y vas a ‘buscarlos', no los encuentras. Así nunca se acabará el intrusismo», lamentó.
8 comentarios
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Es una vergüenza todo, el mal salario de los trabajadores, con tan alto gasto por tener un techo, VERGÜENZA! Asique viva la ilegalidad, porque por lo legal eso si que es una panda de estafadores. Es mi primer mes aquí y alucino con tanta desigualdad, tanta suciedad que generan, esto es digno para mala gente que solo ve lo que quieren ver y aprovecharse de todo lo que pille sin importarle que ..VERGÜENZA de seres humanos..
Que vivan las playas de Ibiza por su falta de tranquilidad: o beach clubs o vendedores ambulantes.
Tanto el Ayuntamiento de Sant Josep como el de Vila son unos irresponsables incompetentes que miran hacia otro lado porque es demasiado trabajo lo de vigilar a todos los trovadores, vendedores, estafadores, y todo tipo de sinvergüenzas que se reúnen en verano, ahora párate a descargar cualquier cosa con el coche y enseguida tienes a un motorista obligándote a irte aun sin haber podido ni descargar del todo . PATETICOS
Es una auténtica vergüenza. "Trabajan" con impunidad absoluta. Es un peligro que vendan alimentos que permanecen bajo el sol tantas horas, y que no han pasado ningún tipo de control (empanadas, fruta, combinados alcohólicos, etc.). ¿Que pasará el día que se les cuele un alimento en mal estado?¿De quién será la responsabilidad?¿No será de las autoridades de una zona protegida? que es un decir, porque está totalmente desprotegida. Solo les interesa sacarse el dinerito del parking: 6 eurazos. Por no hablar de los "trapos" que venden por la playa. El año pasado ya ofrecían vestidos a nada menos que 40 eurazos. Ir a las playas de Ibiza se ha vuelto insoportable, entre hamacas, beach clubs y vendedores... ¡experiencia única en el camarote de los Hermanos Marx!
Portinatx se está convirtiendo en lo mismo. Cada minuto vienen a acosarte. Saben que ni hay policía allí.
Es una vergüenza que una gran cantidad de vendedores ilegales ofrecen alimentos sin ningún control, contra toda norma fundamental del los negocios y delante del club de playa que pagar impuestos y crean empleo!!!!
Que vergüenza, aqui el honrado que va por el camino de la ley es un completo huevon... lo que se lleva en esta isla es delinquir y pasarse por el forro las normas, asco de isla.
Es una vergüenza que no se pongan medios para atajar esto , habéis estado en alguna de las playas del municipio de santa Eulalia ? No hay ningún vendedor ! Tienen una unidad de paisano que trabaja muy bien por lo que me comentan , manden a esos jóvenes a trabajar a otros municipios mancomunados un par de semanas y hablamos !