Los hechos juzgados ocurrieron el pasado 30 de mayo. Del atestado policial se desprendía que el joven de 18 años había lesionado a uno de los agentes al golpearle con las dos manos a la altura del cuello. El joven fue detenido, estuvo seis horas en comisaría y fue condenado en un juicio rápido celebrado el 2 de junio.
El juzgado de guardia le impuso una pena de seis meses de cárcel y 150 euros de indemnización al agente lesionado en cuello y rodilla. Esta sentencia fue recurrida por el joven ya que según denunciaron él y testigos presenciales, fue el agente el que golpeó al chico en la cara antes de reducirlo y engrilletarlo.
Ayer se celebró el segundo juicio por este caso. La Fiscalia mantuvo su petición de seis meses y 150 euros de indemnización. La juez dictó una sentencia absolutoria tras escuchar los testimonios de todas las partes y de un testigo que relató el «exceso» cometido por el agente. «Le soltó un guantazo antes de reducirlo con la rodilla en la espalda», señaló el testigo.
Durante la vista, los agentes explicaron que reclamaron la identificación a un grupo de tres jóvenes que mantenían una «actitud sospechosa» en el paseo de ses Figueretes. Entre ellos estaba el acusado. Según testificaron, el joven mostró una «resistencia muy activa» a la identificación y golpeó a uno de los agentes mientras el otro inspeccionaba su mochila, bolsa en la que hallaron un cogollo de marihuana.
La versión policial sobre la resistencia esgrimida por el joven fue rebatida por el acusado y un testigo presencial. Este hecho, unido a que el relato de los agentes y el atestado presentaba varias contradicciones, motivaron una resolución rápida de la juez, que además reprochó la actitud de los policías por una actuación no sujeta a los cánones reglamentarios, según remarcó el letrado de la defensa.
2 comentarios
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No sé qué habrá pasado en este caso, pero los jóvenes de Figueretas suelen vacilar por la espalda a los agentes cuando pasan por ahí, si de este modo se comportan con la policía no quiero ni pensar cómo sería con un ciudadano normal, imagino que en breve la policía pasará olímpicamente de hacer su trabajo y asi los chavales robaran venderan droga a turistas y camparan a sus anchas.
El problema de que seamos un país de pandereta es de la judicatura hasta que eso no cambie radicalmente aquí se podrá escupir a quien sea, al delincuente le sale barato delinquir.