Nuevo éxito del Corpus Christi en la isla de Ibiza

Ya lo escribió en su artículo semanal en este periódico el obispo de Ibiza y Formentera Vicente Juan Segura: «Dice un refrán español que tres días hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y día de la Ascensión». Pues bien, viendo el ambiente que había ayer en Santa Iglesia Catedral de Ibiza para celebrar el día del Corpus Christi no le faltó razón. Y es que el templo estaba repleto de católicos que desafíaron a las altas temperaturas y a la aventura que supone subir hasta Dalt Vila en pleno mes de junio.
Junto a Vicente Juan Segura acudieron puntuales a su cita 30 niños de la ciudad de Ibiza que han hecho la comunión en este 2017. Todos ellos siguieron con atención y devoción esta festividad que tiene como finalidad, según el obispo de Ibiza y Formentera, «proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento».
Precisamente, desde el obispado de la isla se explicó que la solemnidad del Corpus tiene como origen, sobre todo, la devoción eucarística de un grupo de pías religiosas en Bélgica en el siglo XIII, especialmente de Santa Juliana de Cornillon. Ésta tuvo una visión de la Iglesia como una luna llena con una sola mancha, que era la ausencia de una fiesta dedicada expresamente a la adoración de la Eucaristía. Sus insistentes plegarias movieron a Hugo de San Caro, cuando fue nombrado Cardenal-Legado de Lieja, a instituir esta fiesta en Lieja en 1251. Cuando fue elegido Papa como Urbano IV en 1264 estableció la Solemnidad del Corpus Christi para toda la Iglesia Latina en el jueves posterior a la octava de Pentecostés. Y así, si el año pasado tuvo lugar el 29 de mayo, en este 2017 se ha pasado al 18 de junio.
Una vez terminada la misa en la catedral se llevó a cabo una procesión por distintas calles de la ciudad antigua de Dalt Vila hasta concluir en la parroquia de El Salvador de la Marina. Una procesión marcada por la devoción de los más de XX participantes y por el intenso calor que asolaba la zona a pesar de ser más de las ocho de la tarde.