La vicepresidenta Viviana de Sans.

El pleno del mes de abril en la máxima institución insular contó con la presencia del famoso ‘tramabús' de Podemos. Era una maqueta de apenas 20 centímetros que la vicepresidenta Viviana de Sans tenía escondida en su pupitre y que únicamente sacó para echarle en cara al PP que ahora venga pidiendo transparencia con la que tiene encima a nivel nacional con la retahíla de casos de corrupción. El momento ‘Pablo Iglesias' llegó cuando la presentó una moción que insta al Consell a publicar de forma al menos trimestral los contratos menores que, como lleva publicando este medio en las últimas semanas, está salpicando a gobiernos como el de Sant Antoni o Formentera. A pesar de su reproche en forma de ‘tramabús', De Sans aceptó la propuesta y la moción fue aprobada de forma unánime.

En materia de Cultura y Patrimonio, volvieron a enzarzarse en su habitual batalla de reproches los consellers David Ribas y Belén Torres, en esta ocasión a costa del Museu Etnogràfic d'Eivissa y su extensión en Ses Païsses de Cala d'Hort.

Tampoco se fue de rositas el titular de Medi Ambient, Miquel Vericad. Tras presentar una moción en la que se insta al Govern a elaborar un catálogo de las playas naturales y urbanas de la isla para que los ayuntamientos limiten la ocupación de las empresas concesionarias, la popular Pepa Costa acusó al equipo de gobierno de actuar con «una doble vara de medir» por haber colaborado en la organización del festival privado ‘Sueños de Libertad', celebrado el pasado fin de semana en la playa de s'Arenal de Sant Antoni. Vericad se repuso del ‘zasca' y defendió los eventos musicales o culturales puntuales que impulsan las administraciones en espacios públicos a lo largo de todo el territorio nacional. «Los ibicencos hemos perdido el derecho a disfrutar de las playas. Muchos ibicencos no van porque hay playas con seguridad como si fuera el VIP de una discoteca, que escogen quién puede disfrutar de él en un espacio público», contraatacó.