El Área de Salud de Ibiza y Formentera ha propuesto una sanción superior a los 200.000 euros a la concesionaria del hospital Can Misses por el cierre de los quirófanos durante cinco días, del 26 al 30 de enero, a consecuencia de la invasión de moscas que obligó a suspender operaciones.
Sólo por la falta de disponibilidad de las infraestructuras hospitalarias, el cierre de los quirófanos, se baraja una multa de 31.000 euros, una cantidad que se le descuenta de su factura. A esta cantidad hay que sumar la propuesta de sanción del expediente sancionador que asciende a 65.000 euros por sanción grave y otra cantidad aproximada de 120.000 euros por daños y perjuicios. Es decir, por el número de intervenciones que se tuvieron que trasladar a Son Llàtzer durante el tiempo en el que estuvieron cerrados los quirófanos, de jueves al lunes, en el que tres pacientes fueron trasladados a Palma con carácter urgente. Durante cinco días estuvieron clausurados los quirófanos por seguridad del paciente y se tuvieron que cancelar 56 operaciones programadas. El foco de moscas se encontraba en el forjado sanitario, es decir en el subsuelo de los quirófanos. La zona fue aislada y fumigada y, tras pasar un periodo prudencial después de la limpieza de la zona, se volvió a abrir para que el martes 31 de enero se pudiera reanudar la actividad quirúrgica.
La propuesta de sanción sobre la invasión de las moscas y las consecuencias que tuvo en la actividad hospitalaria que hace el Área de Salud se traslada a los servicios centrales del Ibsalut que es el órgano contratante para la ejecución de la sanción.
La empresa concesionaria se encarga del mantenimiento de todo el complejo hospitalario y son responsables de que las instalaciones se encuentren en perfecto estado y de la disponibilidad de las mismas. Durante el año pasado se dejó de pagar 4 millones a la concesionaria por las deficiencias detectadas en el servicio que ha de prestar en Can Misses.
LA NOTA
«El Óptima es el único modo de ponerse las pilas»
El Área de Salud de Ibiza y Formentera se ha reunido recientemente con los sindicatos para dar a conocer el estado del expediente y las ac- tuaciones que se están desarrollando tras el incidente de los quirófanos. Los servicios no sanitarios son gestionados por la concesionaria y en el caso de que se produzca cualquier incidencia se ha de notificar a través del programa informático Óptima.
«Dicen que hay menos incidencias pero creo que no es porque ha mejorado el servicio. Los profesionales aseguran que se pierde el tiempo para hacerlo pero no hay que dejarlo, porque siempre hay problemas. Es la única manera que tenemos para que la empresa se ponga las pilas», asegura uno de los representantes de los trabajadores.
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