El joven de 34 años rechazó las acusaciones y relató que el día de los hechos se cruzó con la madre de la pequeña cuando regresaba de comprar una película. El acusado indicó que no tocó a la pequeña y que se personó en las dependencias de la Guardia Civil porque la mujer le gritó.
Tras la declaración del acusado, el tribunal tenía previsto escuchar el testimonio de la madre de la menor pero esta no compareció alegando que la pequeña estaba indispuesta.
A pesar de este contratiempo, el presidente de la sección primera de la Audiencia Provincial, Jaime Tártalo, arrancó el juicio con el testimonio del acusado.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años y medio de prisión para el acusado por un delito de abusos sexuales a una pequeña de 4 años. También reclama como pena accesoria, imponer una prohibición de aproximarse a una distancia no inferior a 75 metros a la víctima durante 8 años, así como prohibición de comunicación por cualquier medio o procedimiento durante el mismo periodo.
Los hechos juzgados ocurrieron el mediodía del pasado 15 de noviembre de 2016. Según el relato de acusación, el joven juzgado cogió a la pequeña por la espalda, «la alzó en el aire y con ánimo lúbrico, le metió la mano por debajo del pantalón y le tocó los genitales». Los hechos son constitutivos de un delito de abusos sexuales a menor de 16 años.
El escrito del Ministerio Fiscal refleja que D.M.P. «sufre un retraso mental leve, asociado a la dificultad de aprendizaje en la infancia», aunque puntualiza que este hecho «no es de entidad suficiente como para afectar a su capacidad cognitiva en relación a los hechos».
El acusado está en prisión provisional desde el día de los hechos tras ser detenido por la Guardia Civil. La Fiscalía suma a este delito el agravante de reincidencia y la atenuante de alteración psíquica.
LA NOTA
Antecedentes por hechos similares
El acusado tiene antecedentes penales por hechos similares, un precedente que se remonta al año 2007, cuando el acusado tenía 25 años. Una menor de 7 años sufrió una agresión sexual similar en Santa Eulària. Según
el relato de la víctima, el acusado le abordó cuando se dirigía al colegio y la introdujo en un portal.
Tras subirla en el ascensor hasta una planta superior, el joven inició unos tocamientos.
La aparición de un vecino le hizo abandonar el lugar. No obstante, la identificación y detención no se produjo hasta tres años después. El caso fue juzgado en 2013 y el joven aceptó un acuerdo de conformidad de un año de cárcel, un acuerdo que le permitió no ingresar en prisión.
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