Mediodía del 8 de marzo. Avenida de España de Vila. Un joven desciende de una moto y se para frente al escaparate de una joyería. Mira un portafolios y revienta con una maza el escaparate. Su objetivo, dos Rolex que perdió en plena huida al ser golpeado por el propietario de la tienda. Es uno de los últimos ejemplos de cómo actúa el crimen organizado.

Los relojes de alta gama Rolex son el objeto de deseo de las bandas napolitanas pero la Policía Nacional también tiene controladas a bandas de origen sudamericano. Una de estas fue la autora de un golpe en el que se llevaron 13 valiosos relojes de una conocida joyería de Ibiza. Los agentes identificaron a la media docena de delincuentes que entraron hasta la caja fuerte distrayendo al personal de la tienda. Ayer, una veintena de agentes de varios cuerpos de Ibiza participaron en un curso sobre crimen organizado de origen sudamericano, organizado por la Confederación Española de Policía (CEP).

El subinspector del Cuerpo Nacional de Policía, Rubén López, fue el encargado de explicar las formas de actuación de las bandas en función de su país de procedencia. López, quien ha trabajado más de seis años en la comisaría general de Policía Judicial de Madrid, explicó que los colombianos están especializados en la extorsión y envían sus particulares ‘oficinas de cobro'. Los chilenos han evolucionado desde la técnica del ‘cogotazo' al hurto, mientras que los argentinos son «más de una planificación básica y muy violentos».

Entre los modus operandi analizados abordaron un caso ocurrido en Ibiza en 2012. Una banda de delincuentes fue cazada por agentes de la UDEV que pretendía asaltar un furgón blindado. Los conductores advirtieron la presencia de unos vehículos sospechosos y dieron la alerta. Los agentes lograron identificar los vehículos de los delincuentes y fueron interceptados en la carretera de Santa Eulària. Una vez detenidos comprobaron que se trataba de una banda de delincuentes mexicanos buscados por varios golpes en España a furgones blindados.

Extremar las medidas de autoprotección y protección, y evitar enfrentamientos innecesarios son algunas de las directrices a seguir a la hora de actuar contra este tipo de delincuencia organizada que suelen «hacer su particular agosto en Ibiza, entre mayo y octubre».