Marc Pons y Joan Groizard explicaron ayer los detalles de la alternativa propuesta a los vecinos de es Fornàs.

La alternativa al tendido aéreo de es Fornàs que el Govern balear presentó ayer a los vecinos sólo garantiza el suministro eléctrico hasta el año 2020. Después de esa fecha, y según explicaron ayer el conseller de Territori, Marc Pons, y el director general d'Energia i Canvi Climàtic, Joan Groizard, se deberían estudiar otras alternativas para reforzar la red eléctrica en la isla de Ibiza si el consumo eléctrico sigue aumentando como hasta ahora. «Esta alternativa evita nuevos tendidos aéreos y es suficiente si se estabiliza el consumo», apuntó ayer Groizard.

La propuesta que el Ejecutivo balear ha presentado al Ministerio de Energía supondría soterrar parte del trazado por el municipio de Vila, la ampliación en 20.000 m2 de la subestación eléctrica Bossa (en Sant Jordi) y el refuerzo de entre el 30% y el 40% de las líneas aéreas existentes, lo que supondría aumentar su altura entre tres y cinco metros.

El conseller Marc Pons destacó que con esta alternativa se garantiza el suministro eléctrico en la isla ya que se consigue un circuito mallado, es decir, que la energía circula en ambas direcciones, por lo que si se produce un fallo eléctrico en una zona se podría seguir suministrando electricidad, algo que ahora no ocurre. Por otro lado, el impacto medioambiental es menor que en el proyecto inicial, que preveía la construcción de torres de hasta 60 metros de altura y atravesaba el valle de es Fornàs, de alto valor ecológico. Pons también señaló que la alternativa propuesta es, de las que se han tenido en cuenta, la que tiene un coste menor: 22 millones de euros.

Una cantidad que supera en cinco millones el proyecto inicial de Red Eléctrica, cuyo presupuesto es de 17 millones de euros. Pons explicó que el soterramiento total de los tendidos eléctricos supondría una inversión de 50 millones de euros.

Diez años de retraso

El director general Joan Groizard recordó que la necesidad de conectar la estación eléctrica de Vila con la subestación de Sant Antoni «es urgente desde 2006», con lo que el refuerzo de estas líneas lleva una década de retraso.

Groizard avisó del peligro que existe en Ibiza «en momentos de alta demanda, cuando un fallo en el sistema provocaría un cero (un apagón) en toda la isla».

El presidente de la Asociación de Vecinos de la Vénda de es Fornàs, Pere Juan, aseguró que «el horizonte se queda corto», en relación a que esta infraestructura sólo garantiza el suministro hasta el año 2020, «pero es una alternativa muy elaborada y ha rebajado mucho la afección en el territorio».