En la fila de atrás, Aitor Morrás, Baltasar Picornell y Laura Camargo en el último pleno del Parlament. Foto: JOAN TORRES

«Salida de tono innecesaria». Así definió ayer la interpretación que hizo Alberto Jarabo al rechazo de PSIB y Més al candidato de Podemos a presidir el Parlament.

Jarabo dijo que tenía «la sensación» de que la negativa a aceptar al diputado Baltasar Picornell venía de que éste es «carpintero metálico».

«Hay que dejarse de sensaciones y sensacionalismos y dejar que los grupos lleguen a un acuerdo», aseguró la portavoz, que mostró su incomodidad por el hecho de que el secretario general ‘podemita' aludiera a una posible ruptura de los acuerdos de gobernabilidad de 2015 por este asunto.

«Las palabras del líder de Podemos seguramente son una salida de tono innecesaria porque en estos momentos ni peligra el pacto ni creo que nadie ponga en cuestión los acuerdos por el cambio que se están cumpliendo en un tanto por ciento elevado ni que ningún partido político ponga en peligro las políticas de izquierda que se están aplicando en nuestra islas por un cargo en una institución concreta», dijo.

Sin imposiciones

Las palabras de Jarabo marcaron la jornada política de ayer. No sólo incomodaron al Govern, sino también a los partidos que lo forman, PSIB y Més. David Abril, portavoz de este último, dijo: «Es mentira que rechacemos a Picornell por ser carpintero metálico, lo único que pedimos es que se garantice la estabilidad y que no vuelva a ocurrir los mismo».

Ninguno de los partidos que forman el Govern, ni éste como órgano colegiado, niegan que corresponda a Podemos proponer un nombre para presidir el Parlament después del cese de Xelo Huertas. Lo que no aceptan es una política de hechos consumados. Prefieren que la formación morada ponga sobre la Mesa más de un nombre.

El diputado ‘morado' Aitor Morrás también se refirió a este asunto y dijo que «necesitamos solucionar ya esta situación y no dar alas al PP para que diga que existe inestabilidad institucional».

Según Morrás, si se acepta a Picornell todo se solucionaría y urgió a PSIB y Més a hacerlo ya, aunque el martes no se elija todavía. Entiende que el perfil de su compañero de partido es «sólido».

Desde la formación que dirige Alberto Jarabo se tiene cada vez más claro que la insistencia en que Laura Camargo sea presidenta de la Cámara, a lo que ésta se siega, tiene por objetivo acallar su voz en los plenos e ir difuminando el papel de su partido.