Mahy Marrero pasó desapercibido en la primera hora de la subasta, pero su actividad fue frenética al iniciarse las pujas de los lotes de las principales playas, protagonizando tensas y prolongadas pujas con algunas de las concesionarias más emblemáticas de la isla. | D.E.
El 12 de abril, el empresario Mahy Marrero Sosa reventó la subasta de las concesiones de playas de Sant Josep. Hoy, el canario que estaba pendiente de una sentencia por narcotráfico ya ha pasado su primera noche entre rejas, según avanzó ayer el diario Canarias 7.
Marrero Sosa fue detenido y trasladado ayer a prisión después de que la Audiencia Provincial de Las Palmas notificase la condena a 15 miembros de una banda de narcotraficantes cazados en el verano de 2004 con un cargamento de 494 kilos de cocaína. Mahy Marrero era el propietario del velero en el que transportaban la droga. Las multas impuestas por el Tribunal superan los 143 millones de euros.
El empresario que se asentó este verano en Ibiza es sobre quien pesan las principales penas: ocho años de prisión y una multa de 21 millones y medio de euros.
El juez ordenó el ingreso en prisión provisional al entender el tribunal que había un alto riesgo de fuga.
Mahy Marrero aspiraba a los lotes de Sant Josep a través de seis empresas de reciente creación. Y lo hacía cuando apenas había pasado un mes desde que se había sentado en la banqueta de los acusados junto a otros 14 acusados, entre ellos su novia.
El polémico empresario fue el único que no accedió al acuerdo de conformidad propuesto por el Ministerio Fiscal y ahora la sentencia le ha deparado una pena de ocho años de prisión y una multa millonaria. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
La subasta
El pasado 12 de abril, PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA avanzó que entre los empresarios que concurrían ese día a la subasta de las concesiones se encontraba un empresario canario pendiente de sentencia por una causa por narcotráfico.
La presencia del empresario canario juzgado por narcotráfico levantó una gran polémica, una situación que dio paso a la indignación, ya que Mahy Marrero reventó literalmente los precios de la subasta.
El salón de plenos del Ayuntamiento de Sant Josep fue el escenario de una subasta que se desarrolló en un ambiente tenso, con varias polémicas y bastante indignación entre los asistentes. Una rabia que en el tramo final se tradujo en insultos, caras desencajadas y algunas lágrimas.
El lote más caro, el 130, compuesto por 180 hamacas y 90 sombrillas, se adjudicó por 355.100 euros a la empresa Fiesta Hotels i Resorts.
El lote salía inicialmente por 66.100 euros. La puja se fue disparando hasta que Mahy, el empresario ahora condenado, apostó por no levantar su cartulina con el número 95, una de las cinco empresas con las que concurrió a la subasta.
Marrero Sosa se hizo con los lotes de Cala Carbó y otros pequeños lotes que sacaron de sus casillas a pequeños empresarios.
El esperpento llegó con un lote de una mesa y una silla en Platges de Comte. La puja de salida se situó en 500 euros. Marrero Sosa se hizo con ella por 8.000 euros.
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